Cuidar las finanzas personales en tiempos de pandemia

Frente a la inevitable recesión económica, la creciente tasa de desempleo y la incertidumbre ante la búsqueda de una posible vacuna para el coronavirus, cuidar las finanzas personales se ha vuelto una prioridad.

La pandemia ha fortalecido el hecho de que mantener una adecuada administración financiera puede solventar cualquier situación de emergencia.

Lamentablemente, han sido varios los casos de personas (fuera de la tasa de pobreza) que han contraído el virus o algún familiar cercano, y que no han contado con los recursos suficientes para enfrentar la situación debido a que no disponen de ahorros.

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A la notable sobrecarga emocional de las personas debido al coronavirus, se suma el estrés financiero.

Jorge Ramírez, Director Ejecutivo de Financial Advisory Nicaragua, destaca que los gastos han aumentado con la pandemia, pues aparte de los gastos fijos, las personas han tenido que cubrir otros gastos.

Aumento en el consumo

Las personas han tenido que sumar nuevos productos y servicios ante la nueva realidad mundial.

Han tenido que invertir no solo en equipos de protección adecuados para enfrentar la pandemia sino también en medicamentos y productos de higiene básicos.

Además de invertir en nuevos servicios, como la contratación de internet para quienes están implementando el teletrabajo o incluso el aumento de los servicios delivery, el cual se encuentra en auge debido a su uso estratégico por las empresas.

Gisella Canales, experta en finanzas personales, señala en su blog que entre los principales elementos de despilfarro personal se encuentran los gastos hormiga y el excesivo pago con tarjetas.

“Hay mucho consumismo, se está consumiendo más que lo que se hacía antes” destaca Ramírez.

Incluso se ha elevado el consumo de bebidas alcohólicas “que mucha gente ocupa para quitar el estrés”.

Por lo que el presupuesto mensual de las familias ha aumentado considerablemente.

¿Cómo manejar adecuadamente las finanzas?

Ramírez comparte que lo primero es conocer cuánto es el ingreso con el que se cuenta, si solo una persona trabaja en el hogar o existen otras aportaciones.

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Luego, se hace una lista de todos los gastos fijos (servicios básicos) necesarios para vivir.

Y tras esto, se contará con un sobrante, el cual deberá provisionarse, y apartarse al menos el 40% de este para ser ahorrado para gastos que no están contemplados dentro del presupuesto. A esto, expertos llaman colchón financiero.

Construyendo un colchón financiero

El colchón financiero es un fondo de emergencia destinado a enfrentar cualquier imprevisto.

Ante la crisis sanitaria actual, contar con fondos a los cuales se pueda recurrir en caso de algún contagio personal o cercano resulta vital.

“Hay que organizarse, conocer lo que ya está y hay que ahorrar, hay que tener mano dura con el dinero, como se dice popularmente hay que buscar como estirar el dinero, y esto se hace con una buena organización, una buena presupuestación y conociendo tus gastos” señala Ramírez.

Malos hábitos financieros

La mala administración financiera es un hábito negativo que se ha venido transmitiendo de generación en generación, pues estos se aprenden en relación al entorno.

Ramírez señala que la primera escuela de finanzas es el hogar, y que “desde ahí deberían venirnos inculcando la cultura del ahorro”.

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Sin embargo, ni siquiera en los colegios se incluye la educación financiera como parte de las agendas.

“Yo creo que hoy en día muchas personas se han dado cuenta que hacían gastos que probablemente no necesitaban o no eran necesarios para que ellos pudieran vivir” dice.

Por lo que aún queda esperar si la pandemia actual cambiará la percepción de las personas con sus ingresos y fomentará la cultura del ahorro.