Israel y Hamás reanudaron el martes en El Cairo negociaciones indirectas para una tregua en Gaza, después de que tropas israelíes cortaran el cruce de Rafah con Egipto y de que Hamás advirtiera que esas discusiones eran la «última oportunidad» para los rehenes.
Tras siete meses de guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, «todas las partes están de acuerdo para volver a la mesa de negociaciones», indicó el medio egipcio Al Qahera News, cercano a los servicios de inteligencia, citando a un «alto cargo».
Nuevo presidente electo de Panamá dice que se acabó la «persecución política»
Las conversaciones para una tregua en la Franja de Gaza se realizan en El Cairo con representantes de Egipto, Catar y Estados Unidos, los tres países mediadores. Tanto Hamás como Israel enviaron sendas delegaciones a la capital egipcia.
Las discusiones se producen el mismo día en que el ejército israelí se hizo con el control del lado palestino del paso de Rafah, en el extremo sur de Gaza y clave para la entrada de la ayuda humanitaria al estrecho territorio, al borde de la hambruna.
Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, dio la víspera luz verde a una propuesta de tregua presentada por Catar y Egipto. Pero Israel señaló que esa propuesta «distaba mucho» de sus exigencias y decidió continuar «la operación en Rafah para ejercer presión militar sobre Hamás», indicó la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.
Taiwán detecta 26 aviones y cinco barcos chinos alrededor de la isla
El ejército israelí precisó que se trataba de una operación con un «alcance muy limitado contra objetivos muy específicos», en momentos en que la comunidad internacional urge a Israel a renunciar a su plan de invadir Rafah, donde se hacinan 1,4 millones de personas, en su mayoría desplazados por la guerra.
– «Última oportunidad» para los rehenes –
Egipto advirtió a Israel «contra los peligros de una escalada» y afirmó a su vecino que estaba «listo para todos los escenarios», indicó Al Qahera News.
Naciones Unidas denunció el bloqueo por Israel del cruce de Rafah y del de Kerem Shalom, más al este, y pidió que se reabrieran «de inmediato».
Estados Unidos, a su vez, tachó su cierre de «inaceptable» y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a Israel «a detener cualquier escalada y a comprometerse de manera constructiva en las negociaciones diplomáticas».
La oficina de Netanyahu instó a la comitiva israelí a «mantenerse firme sobre las condiciones necesarias para la liberación» de los rehenes.
Un alto cargo de Hamás, que pidió el anonimato, dijo a AFP que estas negociaciones representan «la última oportunidad para Netanyahu y para las familias» de los rehenes «de ver regresar a sus hijos».
Torturas, arrestos y ejecuciones: la «represión» se acentúa en Venezuela
El conflicto empezó el 7 de octubre con una incursión de comandos islamistas que mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un cómputo de AFP basado en datos israelíes.
Israel estima que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permanecieron cautivas en Gaza y que 36 de ellas murieron.
La principal asociación israelí que reúne a las familias de los secuestrados anunció el martes que uno de los rehenes, el israelí-argentino Lior Rudaeff, había muerto el 7 de octubre y que su cadáver permanecía en Gaza.
Tras el ataque de Hamás, Israel lanzó una ofensiva de represalia que ya ha dejado 34.789 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio.
– «Cerrar las diferencias» –
Estados Unidos declaró que esperaba que Israel y Hamás pudieran «cerrar las diferencias». «Haremos todo lo que podamos para apoyar este proceso», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Un alto cargo de Hamás, Jalil al Hayya, dijo a la cadena Al Jazeera que la actual proposición de tregua contemplaba tres fases, cada una de una duración de 42 días.
La propuesta incluiría una retirada israelí completa de la Franja de Gaza, el regreso de los desplazados y un canje de rehenes por presos palestinos detenidos en Israel, con el objetivo de un «alto el fuego permanente».
Críticos de Bukele ven reforma a la Constitución como paso hacia «esquema dictatorial»
Hasta ahora, Israel se ha opuesto a una retirada completa de Gaza y a un alto el fuego permanente, por estimar indispensable invadir Rafah para eliminar a los que considera los últimos batallones de Hamás, catalogado como organización «terrorista» por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que Israel está dispuesto a «hacer concesiones» para liberar a los rehenes, pero que sin avances en ese asunto, «se intensificará la operación en toda la Franja» de Gaza.
El ejército israelí instó el lunes a evacuar a decenas de miles de familias del este de Rafah, con vistas a una ofensiva terrestre de envergadura.
Además de asolar el territorio palestino, la ofensiva israelí ha sumido Gaza en una catástrofe humanitaria. Ante la negativa de Israel a facilitar la entrada de ayuda por tierra, Estados Unidos anunció en marzo la construcción de un muelle temporal para la llegada de ayuda en barco.
El puerto ya se terminó de construir, pero aún no puede instalarse debido a las condiciones meteorológicas, anunció el martes el Pentágono.