El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que decidirá «en las próximas dos semanas» si involucra a su país en el conflicto entre Irán e Israel, que por séptimo día consecutivo intercambian ataques.
Mientras Trump se decide podría abrirse la puerta a la diplomacia, después de días de «muchas especulaciones» sobre la posibilidad de que Estados Unidos se «involucre directamente» en el conflicto, según describió la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, que leyó una declaración del mandatario.
«Basándome en el hecho de que hay una posibilidad sustancial de negociaciones que pueden o no tener lugar con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre ir o no ir en las próximas dos semanas», dijo Trump en el comunicado leído por Leavitt.
El mandatario celebró a mediodía del jueves su tercera reunión en tres días con su gabinete de seguridad en la sala de crisis del sótano de la Casa Blanca, donde se toman las decisiones militares más delicadas.
«Si hay una oportunidad para la diplomacia, el presidente siempre la tomará. Pero tampoco teme recurrir a la fuerza», insistió Leavitt.
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El miércoles, el republicano se había mostrado ambiguo cuando le preguntaron si Estados Unidos bombardeará Irán: «Tal vez lo haga, tal vez no».
También afirmó que los iraníes habían contactado con la Casa Blanca para retomar las negociaciones sobre su programa nuclear, lo que Teherán se apresuró a desmentir.
La «correspondencia ha continuado» entre Estados Unidos e Irán, según la portavoz de la Casa Blanca, que fue preguntada el jueves sobre informaciones de prensa según las cuales el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, había estado en contacto con el ministro iraní de Asuntos Exteriores.
La Casa Blanca también afirmó que Irán tiene capacidad para armar bombas nucleares en tan solo «quince días» si así se lo ordena el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Aunque Teherán niega que esa sea su intención y asegura que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
«Irán tiene todo lo que necesita para conseguir un arma nuclear. Todo lo que necesitan es una decisión del líder supremo para hacerlo, y tardaría un par de semanas en completar la producción de esa arma», dijo Leavitt.
Estados Unidos es el único país que posee la bomba GBU-57, con capacidad de destruir las instalaciones subterráneas -a decenas de metros de profundidad- de la planta de enriquecimiento de uranio en Fordo, una de las infraestructuras cruciales del programa nuclear iraní.
Numerosas figuras pro-Trump del movimiento ultraconservador «MAGA», incluido el exasesor de Trump, Steve Bannon, y el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, expresaron su férrea oposición a una intervención estadounidense directa.
«Confíen en el presidente Trump», afirmó. «Tiene un instinto increíble».
AFP
