Los hondureños cumplieron dos semanas sin saber quién será su próximo presidente, a la espera de un escrutinio especial que definirá al ganador entre el conservador Nasry Asfura, apoyado por Donald Trump, y el derechista Salvador Nasralla.
Asfura, empresario de 67 años, aventaja por menos de dos puntos porcentuales a Nasralla, un presentador de televisión de 72 años que denuncia «fraude» en favor de su oponente en los comicios del 30 de noviembre.
Sin embargo, la misión electoral de la OEA descartó «indicios que hagan dudar de los resultados», según un informe presentado este lunes ante el Consejo Permanente del organismo en Washington.
La dilación para entregar los resultados definitivos «no es justificable», declaró el excanciller paraguayo y jefe de la misión, Eladio Loizaga, al leer el reporte.
Ante las acusaciones de fraude, secundadas por la izquierda gobernante, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció el escrutinio de casi 2.800 actas con «inconsistencias», tras un conteo de votos interrumpido varias veces por fallos informáticos.
Pero el proceso, que será auditado por los partidos, aún no arranca porque el Liberal, de Nasralla, exige el recuento de toda la votación. El izquierdista Libre, que quedó en un lejano tercer lugar, asegura que los comicios fueron ganados por el animador.
«Los escrutinios especiales no inician porque están ejerciendo presiones ilícitas sobre el CNE, exigiendo recuentos al margen de la ley», señaló este lunes la consejera electoral Cossette López, en X.
– «Los gringos son los que mandan» –
La credibilidad del árbitro electoral hondureño suele estar bajo sospecha porque sus máximos directivos representan a los tres principales partidos.
La diferencia entre los punteros es de unos 42.000 votos. Según Nasralla, exaliado del actual gobierno y a quien Trump considera «casi comunista», las actas que serán revisadas representan medio millón de sufragios.
El CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre para proclamar al nuevo mandatario de este este país de 11 millones de habitantes golpeado por la violencia y la pobreza.
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Algunos ciudadanos como Sergio Canales creen que la suerte está echada.
«Desde que Trump dijo que iba con Asfura, ya se sabía que iba a ganar. Los gringos son los que mandan», dijo Canales, taxista de 53 años, a la AFP en Tegucigalpa.
«Ojalá al menos detengan el crimen, sobre todo la extorsión», añadió en referencia a uno de los delitos que más azota a los hondureños y detrás del cual están las violentas pandillas.
Trump, empeñado en consolidar un bloque de derechas en Latinoamérica, ha advertido de «consecuencias graves» para Honduras si cambian los resultados que favorecen a Asfura.
– «Todos saben» quién ganó –
La intervención de Trump en las elecciones también incluyó el indulto al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, del mismo partido que Asfura. El exmandatario purgaba 45 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico.
Aunque Trump asegura que Hernández fue víctima de una injusticia, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, insiste en que el exgobernante es culpable.
Para Castro, la «injerencia» de Trump e irregularidades como la coacción que supuestamente ejercieron pandilleros para votar configuran un «golpe electoral».
«Con tal no se quede (el partido izquierdista) Libre y la doña (Xiomara Castro) no siga, no importa cuándo digan quién ganó, ya todos saben que es Papi (apodo de Asfura) el presidente», declaró a la AFP Ana María Sánchez, de 49 años, en su puesto de comida callejera de la capital.
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Pese a las expresiones beligerantes de algunos dirigentes, no se han registrado hechos de violencia.
Además, las Fuerzas Armadas, con un largo historial de golpes de Estado, garantizaron el traspaso de mando el próximo 27 de enero.
Sin embargo, la candidata izquierdista Rixi Moncada insiste en que no reconocerá los resultados de unas elecciones que no fueron libres por la «injerencia extranjera».
En un campamento instalado por un pequeño grupo de personas frente al lugar donde se realizará el escrutinio especial, Elizabeth Sánchez, de 26 años, se hace eco de esas denuncias aunque con optimismo.
«Nos hicieron fraude (…), pero volveremos al poder más adelante», dijo la seguidora de Libre.
AFP



































