Gobierno de Ortega pide la cabeza de los sacerdotes de Masaya

«Quiero decir que aunque están pidiendo el cambio de los sacerdotes de Masaya, si nos vamos nuestra conciencia no fue comprada y somos libres y actuamos como pastores, sin dejarnos comprar de nadie. ¡Viva Nicaragua libre!», gritó el sacerdote en las afueras de la iglesia San Juan Bautista al finalizar la misa.

Se conoce que la nunciatura negocia con el gobierno de Daniel Ortega el cese a la represión que se mantiene en la iglesia San Miguel Ancángel, en Masaya donde se encuentra desde hace una semana el sacerdote Edwin Román junto a unos tres manifestantes que anunciaron una huelga de hambre como forma de presión para que se liberen a los presos políticos.

Horas atrás periodistas y feligreses fueron agredidos y cercados por simpatizantes afines al gobierno que intentaron irrumpir de forma violenta en el templo. Las personas que se encontraban dentro cerraron con bancas las instalaciones del lugar. Una reportera del periódico estadounidense The New York Times —uno de los más prestigiosos a nivel mundial— fue agredida por una turba en Masaya; así mismo una periodista del medio digital Confidencial.

In my 30 years in journalism, I have never been assaulted on the job. First time? Today sitting outside a church in Masaya, Nicaragua waiting for a procession to begin. Pro-government groups were not having it. pic.twitter.com/PqnZ0JTAGU

— Frances Robles (@FrancesRobles) November 21, 2019

Ortega en guerra con la iglesia

En una entrevista brindada por el padre Edwin Román a NICARAGUA INVESTIGA semanas atrás se refirió a la posibilidad de que el gobierno de Ortega pida el cambio de parroquia tal y como pasó con el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, e indicó que jamás dejará de denunciar lo que se vive en Nicaragua. 

Daniel Ortega y su mujer han emprendido un feroz ataque contra la iglesia Católica desde que iniciaron las protestas en abril de 2018.

Templos profanados, sacerdotes agredidos e imágenes dañadas han resultado producto de la represión estatal a través de sus turbas y agentes policiales.

El Departamento de Estados Unidos señaló a la policía de ser uno de los principales brazos represivos del gobierno al indicar que  «no es la protectora del pueblo nicaragüense, ellos son sus represores, respaldando al gobierno autoritario de Daniel Ortega».

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