Habitantes de las comunidades La Guabas, Los Tanques, Los Medranos y El Chorizo, denuncian un disparo de la inseguridad ciudadana en sus caminos por los que muchos han dejado de transitarlos a ciertas horas del día y la noche. Presumen que una banda de asaltantes, son los responsables.
Dijeron los comunitarios que la supuesta agrupación ha causado zozobra a habitantes del reconocido “triángulo de oro” en el departamento de Carazo, debido a que en las últimas semanas, los robos con arma de fuego se han incrementado.
Cabe mencionar que dichas comunidades conectan a las ciudades de Diriamba, Dolores, Jinotepe y San Marcos, son caminos solitarios de tierra donde la vigilancia policial no alcanza a llegar, razones por las cuales estos caminos se han convertido en zonas de asaltantes.
Doña Martha Molina, habitante de la comunidad de Las Guabas, jurisdicción de la ciudad de Diriamba, alega que esta situación ya tiene mucho tiempo y que la banda delincuencial si existe, porque uno de sus dos hijos, fue víctima hace un año cuando, lo encañonaron en el gancho de camino que divide los caminos de Los Tanques y Dolores.
“Mi hijo regresaba de su trabajo en su motocicleta, siempre se venía por dentro porque por el camino viene a salir a la casa, ya eran como las seis y media de la tarde, cuando él dice que un hombre se le tiró por un costado, cayó con todo y la moto y otros tres hombres apuntando con pistola lo ataron de pies y manos. Se le llevaron la moto y la cartera, y me lo dejaron tirado sobre el camino”, contó.
Otras víctimas
De igual manera, la joven Elida Palacios, relata que hace un poco menos de dos meses, viajaba junto a su pareja a bordo de una mototaxi a dejar unos pasajeros a la ciudad de San Marcos, pero que a su regreso a eso de las siete y media de la noche, fueron interceptados por cinco sujetos sobre el camino.
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“Tenían un mecate en el centro del camino, medio bajamos la velocidad y en eso solo miramos que estábamos rodeados por cinco hombres encapuchados, uno tenía un machete en la mano y el otro una escopeta. Nos bajaron de la moto, a mí me dijeron que si hablaba me iban a violar, a mi pareja lo golpearon y le quitaron el canguro donde andaba el dinero y su celular, solo nos dijeron: váyanse, antes que nos arrepintamos”, dijo Palacios.
La joven diriambina asegura que fueron a la estación policial a poner la denuncia, pero les dijeron que ellos ya son sabedores de dicha banda de delincuentes, pero que se les ha hecho difícil lograr su captura, “porque la población tiene temor denunciarlos”.
Trabajadores de zona franca preocupados
Los trabajadores de una zona franca ubicada en la ciudad de Masatepe, pero habitantes de la comarca Los Medranos, jurisdicción de San Marcos, dicen sentir mucho temor y que se sienten desprotegidos por las autoridades policiales. “Estamos siendo víctimas de robo con intimidación por sujetos a bordo de motocicletas armados con armas blancas y pistolas y la Policía no parece ponerle mente a esto”, se quejó un obrero.
Para don Eliasiv Cárdenas, originario de la comarca Los Medranos de San Marcos, Carazo, los integrantes de dicha banda de asaltantes son hombres que viven dentro de estas mismas comunidades y que conocen todos los caminos, las horas en las que pueden operar y a quienes pueden asaltar.
“Hace como un mes, en la entrada de esta comarca, casi matan a un joven que venía de su trabajo. Aquí es bien oscuro, no hay luz y la estación policial está algo largo. Al pobre hombre lo estaban esperando y por robarle la moto le dispararon en el pecho, al escuchar el disparo la gente salió, pero ya nadie había”, contó Cardenas.
“El joven –agregó– quedó tirado sobre la carretera, entonces aquí corremos peligro porque la mayoría de los que vivimos aquí trabajamos en zonas francas y ellos saben cuándo nos pagan”, indicó don Eliasiv.
Karla Arteaga también se unió a la denuncia. Comentó que ella es operaria de zona de franca y tiene que salir de madrugada a la carretera porque vive en la última calle de la comarca, pero que ahora, su madre y un hermano salen a dejarla todos los días desde que supieron que hay hombres armados y delinquiendo en la zona.
Amarran de pies y manos a víctimas
Atado de pies y manos y con una venda en sus ojos, dejaron al ciudadano Elvis Romero, lo tiraron al fondo de una quebrada en la comunidad Las Guabas, en la ciudad de Diriamba, para luego llevarse su motocicleta.
El mismo modo con que dejaron al hijo de doña Martha Molina, lo que confirma que se trata de las mismas personas, que se han adueñado de los caminos que conectan a las ciudades antes mencionadas.
Para Romero, fue el susto de su vida, puesto que regresaba de una campaña evangélica a eso de las diez de la noche. El atraco ocurrió cerca de la medianoche.
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“A mitad del camino yo vi a un hombre que se detuvo, yo sigo mi rumbo y solo sentí cuando este se me tiró encima. Después vi que otros dos hombres salieron de un monte, yo supliqué por mi vida, les dije que se llevaran la moto pero que no me hicieran nada. Me amarraron las manos, los pies y los ojos, me levantaron y me hicieron caminar, yo solo sentí que me metieron el pies y me caí hasta el fondo de una quebrada”, recordó.
Romero recuerda que estuvo tirado por más de una hora, quieto hasta que no escuchó ningún ruido. Empezó a soltarse de la manera que pudo, “solo Dios me ayudó”, dijo. La motocicleta se la llevaron y es la fecha y no la ha recuperado, a pesar que puso su denuncia en el mismo instante que logró salir de la quebrada donde fue lanzado por los delincuentes.
Los caraceños hacen un llamado a las autoridades policiales de estos municipios, y del departamento, para que tomen medidas al respecto. “Se necesita la captura de estos individuos y que haya patrullaje en los caminos”, pidieron.
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