Paramilitares impusieron estado de sitio a punta de bala en Jinotega
Jóvenes del barrio Sandino, en el municipio de Jinotega, al norte de Nicaragua, se encuentran huyendo por temor a ser apresados o a que los maten, tras un enfrentamiento armado que dejó al menos tres civiles muertos y cinco policías heridos, informó hoy la Iglesia Católica.
Los fallecidos son Benito Rodríguez González, Bryan Picado Blandón y Leytin Zeledon éste último un adolescente de apenas 14 años.
«Ellos (los jóvenes) salieron del barrio y huyen por sus vidas, porque tienen miedo de ser apresados o tienen miedo de ser asesinados», dijo a Efe uno de los sacerdotes de la diócesis de Jinotega, Juan Carlos Rivera.
La policía dice que eran terroristas
El suceso se registró este martes cuando las fuerzas policiales realizaban labores de restablecimiento de la libre circulación en ese lugar «que estaba secuestrado por grupos de terroristas», indicó en un comunicado la Policía Nacional, en alusión a los que protestan contra el Gobierno.
Esos grupos mantenían bloqueos en la vía y barricadas en las calles de ese barrio donde cometían «asaltos, lesiones, extorsiones, amenazando a personas y propietarios de negocios, causando terror y zozobra en los habitantes», de acuerdo con la información policial.
El sacerdote dijo que anoche hubo una caravana de los sandinistas en ese municipio y los habitantes del barrio Sandino que protestan contra el Gobierno levantaron barricadas para protegerse de un posible ataque y la Policía ingresó para limpiar esas calles.
Los manifestantes «autoconvocados» de la ciudad de Jinotega denunciaron que se trató de un ataque de las llamadas «fuerzas combinadas» del Gobierno, integrada por policías, antimotines, parapoliciales y paramilitares.
El ataque, que se extendió por más de 8 horas entre la noche del lunes y la madrugada de este martes, ocurrió en el barrio Sandino, de Jinotega, 163 kilómetros al norte de Managua, conocido como «el Monimbó del norte», debido a la fuerte resistencia ante el Gobierno de Daniel Ortega, según los «autoconvocados».
Posterior a esos enfrentamientos, según el sacerdote, los jóvenes «salieron del barrio, ya no hay jóvenes en el barrio, andan huyendo» en las montañas por sus vidas.
Los familiares de los tres fallecidos denunciaron el excesivo uso de la fuerza de la Policía Nacional.
«Mataron a niños, no tienen corazón, son vende patrias», dijo a Acan-Efe una vecina que por razones de seguridad omitió su nombre.
Entre 277 y 351 personas han muerto en más de tres meses de protesta, según organizaciones humanitarias locales e internacionales.
Sacerdote: Ortega es el diablo personificado
El Padre Eliar Pineda de Jinotega dijo a una entrevista en CNN en Español: «Pienso que todas estas entrevistas que ha dado este presidente nuestro demuestra que está desquiciado (…) Ni tampoco el lenguaje que utilizó ayer, ese lenguaje conciliador, amoroso es propio de él, él es un malévolo, como dijo antes Monseñor Abelardo Mata, este hombre se ha convertido en una bestia, creo que esa palabra le queda corta, creo que es el diablo personificado lo que tenemos de Presidente en Nicaragua», dijo contundentemente.
«Tuvimos una noche horrible, aquí casi nadie durmió, se escuchaban armas potentes como Dragunov, AKA, M16, de todas esas armas sonaban anoche, fue una noche de vela para todo el pueblo de Jinotega», denunció.
El sacerdote también dijo al periodista Fernando del Rincón que justo en el momento de la entrevista estaba siendo asediado por fuerzas paramilitares, «primero estuvieron tres camionetas llenas de encapuchados frente a mi casa y han estado rondando mi casa durante todo el tiempo que hemos sostenido esta entrevista (…) pero no hay que temer, desde que me ordenaron sacerdote en 1984, yo sé que estoy para servir al pueblo y si perdemos la vida no importa».
El religioso llamó a la comunidad internacional a impulsar medidas más fuertes contra Ortega, de lo contrario «no tendremos futuro», concluyó.
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