«Hoy es el día en que el Sueño Americano de un inmigrante se hace realidad. Y es mi sueño. Ahora soy el editor ejecutivo del Miami Herald y El Nuevo Herald y el editor regional de Florida para McClatchy», manifestó Alex Mena, el primer nicaragüense migrante que llega a ocupar ese cargo.
Todo inició en los años 70 cuando Mena era un niño y Nicaragua se encontraba sumida en plena lucha armada de los guerrilleros sandinistas contra la dictadura somocista.
En un relato publicado en el Herald y el Nuevo Herald en mayo, el nicaragüense recuerda que, una vez el país cayó en manos de los rojinegros, su familia decidió huir de la situación.
Junto a su padre y su madre partió con dirección al norte. El objetivo era llegar a Miami, Estados Unidos, donde unos familiares.
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Mena, tenía apenas 11 años e iba a cruzar el Río Grande, conocido como Río Bravo, en México.
«Dejábamos atrás todo lo que conocíamos y amábamos, pero íbamos a un lugar donde mis padres decían que podíamos ser libres. No sabíamos los peligros que nos esperaban mientras nos dirigíamos a México, el único lugar al que podíamos volar y que tenía frontera con Estados Unidos», dijo el nicaragüense.
Una vez que se encontraron de frente al extenso río del sur de Estados Unidos, sabían que estaban a pasos de llegar a su destino.
«Las aguas del Río Grande eran altas y peligrosas. Al menos eso parecía a mis ojos de 11 años. Yo no sabía nadar y mi padre, de 60 años, tampoco. Pero me subió a su espalda y nos adentramos en el río, acercándonos cada vez más a la tierra de la libertad», recordó.
Atendía las llamadas en el medio
Asegura que la comunidad de Miami fue un «regalo del cielo» que siempre le extendió una mano. Ahí, su familia encontró trabajo, pagó impuestos y se ganó la vida. Mena tampoco olvida a su profesor del Miami Dade College David Merves, quien «creyó en él» y lo recomendó con el editor de Deportes del Nuevo Herald.
El medio de comunicación, el cual ahora dirige, rememora que Mena inició atendiendo teléfonos en el Miami Herald cuando era un adolescente hasta convertirse en editor en jefe del prestigioso diario propiedad de The McClathy Company.
A su cargo también estará la supervisión de la redacción ejecutiva del Bradenton Herald, dado su puesto de editor regional de la Florida para McClathy.
El nicaragüense, ahora de 50 años, afirma que «ha sido un largo camino. He sido empleado y ahora director ejecutivo. Es emocionante y a veces me quedo sin palabras para decir lo que siento».
Nicaragua Investiga
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