El exnarcotraficante colombo-alemán Carlos Lehder reveló en un reciente libro, cómo durante los años ochenta el tráfico de drogas se realizó con la venia de Daniel Ortega y otros miembros del régimen sandinista.
Lehder, quien fue fundador del Cartel de Medellín, en Colombia, junto al también conocido capo colombiano Pablo Escobar, cuenta en su libro “Vida y muerte del cartel de Medellín”, como con millones de dólares compraron la complicidad de los gobiernos de de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas “para traficar a sus anchas”.
Fragmentos del libro son recopilados en un especial del medio de comunicación Semana, de Colombia.
Ortega recibió “millones de dólares que producía la cocaína”
“Carlos Lehder fue pionero en aliarse con el Gobierno de Bahamas, donde se convirtió en el dueño y señor del negocio criminal. Lo mismo ocurrió con otros narcos en Cuba, con la dictadura de Fidel Castro; en Panamá, con complicidad del general Manuel Antonio Noriega, y en Nicaragua, con el vigente presidente Daniel Ortega”, detalla en uno de sus artículos el medio de comunicación colombiano.
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Según la recopilación de Semana, Lehder fue testigo de cómo estos gobiernos “se sentaron en la mesa con narcotraficantes y recibieron millones de dólares que producía la cocaína”.
En una de sus entregas, el medio de comunicación recoge un extracto del libro de Lehder en el que relata porqué en los años ochenta prefirió refugiarse en Nicaragua y no en Panamá.
Tomás Borge ofreció refugio en Nicaragua
“Para mí, ese barco (Panamá) estaba demasiado lleno y opté por aceptar el refugio que me ofreció el ministro Tomás Borge, de Nicaragua”, cita el medio lo dicho por el exnarcotraficante que ahora radica en Alemania tras haber sido repatriado de los Estados Unidos al cumplir la condena que se le había imputado por tráfico de drogas.
Con esa frase Carlos Lehder deja en claro los fuertes lazos que los narcotraficantes del Cartel de Medellín tenían con el régimen sandinista de la época, al tal punto de que le ofrecieron refugio como si se tratase de un perseguido político u otro tipo de razones y no como un gran capo de la droga buscado por las autoridades policiales.
“En Nicaragua apenas se había instalado la guerrilla sandinista en cabeza de Daniel Ortega, hoy convertida en dictadura. En su primera visita lo recibió el entonces secretario de Interior, Federico Vaughan, quien se convertiría en su anfitrión y con quien también empezó a hacer acuerdos para el tráfico de drogas, nuevamente con la venia de Ortega”, señala Semana.
Sandinistas brindaron “trato de rey” a capos
Pero eso no fue todo, el régimen sandinista a cambio de dólares, le brindó un “trato de rey”, incluso mejor que a un diplomático, sostiene Semana y lo sustenta con el relato del capo.
“Me asignaron como vivienda una amplia casa de protocolo diplomático, a la cual lo único que llevé fue mi fusil G3 y demás armamento personal, un morral cargado de dólares, mi potente radio de comunicaciones HF Global y mi radio Zenith, que usaba en el día para escuchar música, y por la noche para monitorear las emisoras de Colombia y La Voz de Alemania (Deutsche Welle)”, cita textual del libro de Lehder.
Más adelante, el libro “Vida y muerte del cartel de Medellín” vuelve a citar al secretario de Interior, Federico Vaughan Loredo, de quien se sabe era el asistente de Tomás Borge, y del cuál existe una fotografía icónica en la que aparece alzando la mano junto a Pablo Escobar, en el aeropuerto Los Brasiles, en Managua, mientras traficaba cocaína.
“Vaughan fue muy claro en que el régimen sandinista estaba dispuesto a permitirle al cartel la utilización de unas pistas de aterrizaje del Gobierno para transportar cocaína suramericana hacia México, a cambio de varios millones de dólares en efectivo”, escribió Lehder en su libro.
“El Gobierno de Ortega no solo los cuidaba, sino que les daba el mejor trato”, resalta Semana.