Santos del Socorro Salgado Soza, quien el próximo 8 de junio iba a cumplir 56 de edad, estaba viva aun cuando Alfonso Leiva, de 46, le prendió fuero. El hombre la intentó violar, y como ella no se dejó, la golpeó en la cabeza y le apretó el cuello hasta dejarla inconsciente.
Luego, la envolvió en cartones y plásticos y la llevó al predio de una arrocera y ahí le prendió fuego para según él, borrar cualquier rastro de evidencia.
La acusación que presentó la Fiscalía contra el sospechoso, en el juzgado Primero de Distrito Penal de Adolescente y Violencia-
La metió a preescolar bajo engaño
El día de los hechos, el pasado 24 de mayo, Leiva vio pasar a la víctima por un preescolar de Sébaco, donde él laboraba como vigilante, y bajo engaño, la llevó al auditorio del centro infantil, diciéndole que le iba a regalar unas flores.
Según habría explicado el mismo acusado, la mujer aceptó porque iba para un rezo y pensó que las flores le podrían ser útiles.
Ya en el auditorio, el hombre intentó violarla, pero, como Salgado Soza se resistió, fue entonces que la golpeó en la cabeza y le apretó el cuello hasta que ella perdió el conocimiento.
Envuelta en los cartones y plásticos, la llevó al predio de la arrocera, donde le prendió.
El hombre abandonó el cuerpo aún en llamas y se dirigió al preescolar nuevamente, donde quemó una sombrilla y unos zapatos de la víctima.
El cadáver todavía en llamas fue hallado en una finca, 500 metros al Sur de la Báscula de Sébaco.
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Inhaló gases tóxicos
Un forense determinó que la víctima murió por edema pulmonar y cerebral, y por inhalación de gases tóxicos, lo que demuestra que estaba viva cuando fue quemada por Leiva.
Este domingo, Leiva fue llevado ante el juez Róger Sánchez, quien admitió la acusación por los delitos de asesinato agravado y tentativa de violación y lo dejó bajo prisión preventiva