Los líderes de la Iglesia Morava orientaron el fin de semana a sus feligreses para que asistan a sus oficios religiosos de manera normal, y a la dictadura de Daniel Ortega le pidieron que no confisque sus templos, muchos de los cuales tienen mas de 150 años de historia en el Caribe nicaragüense, luego de que el jueves el Ministerio del Interior cancelara la personería jurídica con la que operaba la congregación.
«Mantengamos la calma con espíritu de unidad y de fe en el Señor Jesucristo, se les orienta que las actividades religiosas continuarán de manera normal sin ninguna prohibición de nadie», dice la carta.
La Iglesia Morava tiene más de 174 años de historia en el Caribe de Nicaragua. Sus primeros misioneros llegaron a esas tierras desde Alemania y la iglesia ha jugado un papel esencial en la vida económica, educativa y cultural de la zona.
En el comunicado los líderes de la iglesia informan que el viernes se reunieron con autoridades del Gobierno Regional, controlado por la dictadura, para discutir la situación legal de la congregación.
«Ellos nos transmitieron confianza y fe durante todo el proceso, así como las atenciones que se le brindará a nuestra Iglesia. Nos manifestaron que no hay intención de suspender las actividades de las congregaciones, tampoco se tocarán los bienes», dijeron en el comunicado.
El pasado jueves en el diario oficial La Gaceta la dictadura canceló 189 ONGs, para acercarse a 5,500 organizaciones ilegalizadas desde 2018. Entre las últimas están la personería jurídica de la Iglesia morava y de la Primer Iglesia Bautista de Managua, fundado por misioneros bautistas en Managua en 1917.
«Queridos hermanos y hermanas, que nada nos separe del amor y la presencia de Dios, que sea él siempre nuestra prioridad», resaltan los moravos.