Una pesadilla vivió la joven madre Francesca Ventura, de apenas 17 años, tras el rapto de su bebé de cuatro meses ocurrido en el Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera «La Mascota«, la tarde de este martes 17 de diciembre de 2024.
El insólito secuestro, que enciende las alarmas sobre la vulnerabilidad en la atención hospitalaria, se produjo gracias a una artimaña cuidadosamente elaborada por una mujer que se hizo pasar por personal médico.
Todo inició con una sospechosa llamada telefónica. Francesca, quien reside en el barrio Cristo Rey, Tipitapa, recibió el aviso sobre un supuesto beneficio médico que debía tramitar en el hospital a las 10 de la mañana.
Sin cuestionar la información, la madre acudió el mismo día a La Mascota con la pequeña y acompañada de su abuela Janet del Carmen Ventura Cáceres.
Al llegar, una supuesta enfermera, impecablemente vestida con bata y portando lo que parecían ser instrumentos clínicos, la abordó. Le explicó que debía entregar a la niña para una evaluación, mientras la abuela aguardaba en la sala de espera.
Un detalle clave: la mujer insistió en que Francesca antes de ingresar a una sala del hospital con la niña se tomara dos pastillas y le ofreció una botella de agua, con el pretexto de prevenir que no contagiara a otros infantes en caso de padecer alguna enfermedad viral.
Tras la toma de pastillas, la joven madre se quedó dormida por alrededor de dos horas en una banca del hospital y fue pasado el mediodía que despertó y notó la inusual demora del personal médico, mientras la abuela de ella seguía esperando por ellas afuera del centro.
Inmediatamente la joven madre pidió información a la dirección del centro hospitalario y descubrió horrorizada que su hija no estaba en ninguna de las áreas de atención, ni la impostora que se había llevado a la pequeña.
El caso de Francesca pone de manifiesto la astucia de quienes se dedican al secuestro infantil mediante la suplantación de identidad y no es la primera vez que ocurre en un hospital capitalino. En 2023 se reportaron dos casos de secuestros de menores, en los que uno de ellos involucraba a una mujer colaboradora de FetSalud.
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Este modus operandi —llamadas a pacientes vulnerables, promesas de beneficios médicos, uso de indumentaria sanitaria para ganarse la confianza y aislar a la madre del menor— es sumamente preocupante, por lo que madres y acompañantes de sus familiares deben estar alertas.
Bebé recuperada sana y salva
De acuerdo con la nota de prensa No. 022-2024 divulgada por la Policía Nacional, el incidente fue reportado el martes 17 de diciembre de 2024 a la 1:15 de la tarde.
Gracias a la presión social, la denuncia inmediata y el despliegue policial, la bebé fue recuperada horas más tarde, sana y salva. Las autoridades policiales indicaron que se encuentran investigando el caso para «esclarecerlo por completo».
Sin embargo, este final, que podría calificarse de «milagroso» ante unas autoridades policiales enfocadas en mantener la represión social y la no resolución de los delitos comunes, no borra la angustia vivida ni la fragilidad evidenciada.
Con la lección de este caso, la ciudadanía a través de redes sociales no solo exige más transparencia y control en las instituciones hospitalarias, sino también mayor atención de las autoridades ante un fenómeno criminal que amenaza la tranquilidad de las familias nicaragüenses.
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