El “bono presidencial” de 2,000 córdobas que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo había prometido entregar el 15 de enero para 500 mil niños y niñas en preescolar, primero y segundo grado, ahora será entregado entre el 20 y el 25 de enero por el Ministerio de Educación (MINED), apenas dos días antes del inicio del año lectivo previsto para el lunes 27 de este mismo mes.
Por otra parte, fuentes que prefieren mantener el anonimato afirman que el MINED está exigiendo a los padres de familia que primero realicen labores de limpieza en la infraestructura de los centros educativos antes de poder recibir el bono; por lo que el retraso más la nueva imposición previo a la entrega del dinero, ha generado malestar entre la comunidad educativa.
Tal exigencia a los padres de familia ha causado inconformidad, ya que consideran que no es responsabilidad de ellos solventar las carencias administrativas del régimen para el mantenimiento de los centros educativos.
También han manifestado que el monto del bono escolar de 2,000 córdobas resulta insuficiente para cubrir la compra completa de útiles y artículos básicos para el regreso a clases, contrario a la narrativa oficial que afirma que este solventará los gastos de los padres de familia que alistan a sus hijos para la entrada escolar.
De acuerdo con un presupuesto mínimo sondeado en el Mercado Oriental, solo una mochila puede costar entre 400 y 3,000 córdobas, los zapatos rondan entre 350 y 500, y cada prenda del uniforme (camisa, pantalón o falda) promedia los 250 córdobas.
Además, los materiales de uso escolar—lápices, cuadernos, colores—demandan otro gasto adicional. Según cálculos de los mismos medios de propaganda oficialista, únicamente una mochila, uniforme y zapatos representarían un desembolso cercano a 1,800 córdobas, sin considerar más útiles.
Bono como estrategia de propaganda política
Según publicaciones de medios oficialistas como La Primerísima y El 19 Digital, la entrega de este bono se realizará en actividades organizadas principalmente por miembros de la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) y de la Juventud Sandinista 19 de Julio.
Padres de familia bajo anonimato han denunciado presiones y politización en la entrega de estos incentivos, pues en muchos casos se les ha exigido agradecer públicamente al régimen y posar con material propagandístico del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Aunque el régimen promociona la iniciativa como un “acto de generosidad” de Daniel Ortega y Rosario Murillo, es importante recordar que estos fondos provienen de los impuestos que pagan todos los nicaragüenses.
Si bien el bono alivia en algo el bolsillo de las familias en medio de una crisis económica, la necesidad de “estirar” el dinero y los costos reales de la educación hacen que el beneficio resulte limitado.
Cabe recordar que en 2021, el Gobierno distribuyó más de 12 mil mochilas con mensajes alusivos a la Policía Nacional, bajo el lema “Orgullosamente hijo de policía”, causando críticas por vincular una institución acusada de represión con la promoción escolar de menores de edad.
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Sin embargo, este retraso y las condiciones impuestas al momento de la entrega han despertado disgusto y escepticismo entre los padres de familia, quienes denuncian la utilización política de la educación y la imposición de tareas que van más allá de sus responsabilidades como tutores.
La iniciativa de Ortega y Murillo no es nueva. Entregar bonos en fechas cercanas al año escolar o a eventos de alta visibilidad, acompañados de actividades partidarias, ha sido una estrategia recurrente para intentar ganar simpatías.