La administración de Donald Trump ha puesto en marcha una medida radical para enfrentar la inmigración irregular, que afecta directamente a miles de nicaragüenses que se encuentran en territorio estadounidense de forma ilegal e incluso para quienes se encuentran bajo programas legales como el parole humanitario.
Según la nueva secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el gobierno estadounidense ha comenzado a utilizar aviones militares para deportar a migrantes, una estrategia que ha levantado polémica debido a su naturaleza inusual.
Este viernes 24 de enero de 2025, Leavitt compartió a través de cuentas oficiales de la Casa Blanca imágenes impactantes de migrantes esposados y llevados a bordo de aeronaves militares.
Nicaragüenses con parole en EE.UU. podrán ser deportados aunque tengan su permiso vigente
«Han comenzado los vuelos de deportación. El presidente Trump está enviando un mensaje contundente y claro al mundo entero: si ingresas ilegalmente a los Estados Unidos de América, enfrentarás graves consecuencias», expresó la portavoz en su comunicado.
Aunque los migrantes normalmente son trasladados bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, el uso de aviones militares para el proceso de deportación no es una práctica común.
Los vuelos, según fuentes oficiales, han comenzado a operar hacia destinos como San Diego y El Paso, con la intención de deportar a cientos de inmigrantes detenidos, muchos de ellos con antecedentes criminales.
Más de 500 arrestos
De acuerdo con un informe de la agencia ICE, durante las primeras semanas de la operación, se han arrestado a 538 inmigrantes sin documentos y se han emitido 373 órdenes de detención.
Las autoridades aseguran que esta medida forma parte de un plan más amplio para garantizar la seguridad en las fronteras de Estados Unidos, en lo que algunos califican como la «operación de deportación masiva más grande de la historia».
Donald Trump elimina parole y suspende programas de refugio que beneficiaban a nicaragüenses
Para los migrantes nicaragüenses, que durante años han buscado mejorar sus condiciones de vida en Estados Unidos y también para quienes huyen de la crisis política y la represión del régimen sandinista, este nuevo giro en la política de inmigración representa una amenaza a su estabilidad y bienestar.