Henry Reyes Corrales, un nicaragüense de 44 años, fue arrestado el domingo 9 de febrero por presunta violencia doméstica. Posteriormente, fue golpeado hasta la muerte por al menos nueve policías costarricenses, quienes ahora se encuentran detenidos.

Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), brindó las causas del asesinato durante los allanamientos realizados la mañana del lunes para detener a los nueve oficiales de la Fuerza Pública.

Zúñiga reveló que el nicaragüense tenía una herida en el corazón causada por la golpiza que al menos cinco policías le habrían dado con un tubo de metal. “De acuerdo con la causa de muerte que se maneja dentro de la patología forense, se determina que esta se da por una fractura de las costillas que laceró en ese momento el corazón y eso le produjo la muerte a este hombre”, explicó Zúñiga.

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El homicidio del nicaragüense ocurrió luego de que este fuera llevado a una celda de la delegación de la Fuerza Pública en Pavas, después de ser detenido por un presunto hecho de violencia doméstica.

“Cuando oficiales de Fuerza Pública detienen a un sujeto por presunta violencia doméstica, lo traen acá a celdas y lo agreden repetidamente con un tubo o un objeto contundente”, añadió el director del OIJ.

Por este caso el OIJ detuvo a nueve policías de Fuerza Pública, se trata de dos mujeres apellidadas Artavia, de 26 años y Morales, de 27; así como siete hombres de apellidos Chinchilla, de 34 años; Venegas, de 38; Hernández, de 32; Sánchez, de 26; Arias, de 36; Araya, de 25 y Artavia, de 39; este último es el subjefe de la delegación.

Trataron de ocultar el crimen

Los agentes de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios (SIORI) descartaron rápidamente la hipótesis inicial de que la muerte de Reyes Corrales se debía a causas naturales. Examinaron el cuerpo y descubrieron que había sufrido varios golpes.

El director del OIJ explicó que cinco de los policías son vinculados directamente con la golpiza, mientras que los otros cuatro son investigados por el presunto delito de omisión. Entre estos destacó a la encargada de llevar la bitácora de guardia, una mujer de apellido Artavia, de 26 años.

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“Se está deteniendo a la bitacorista de guardia, que era la encargada de documentar lo sucedido y que habría anotado datos falsos dentro del libro de guardia”, detalló Zúñiga, director del OIJ, quien añadió que el subjefe de la delegación fue detenido debido a que, al parecer, sabía lo que había sucedido.

“También se están imputando a cuatro personas más por omisión, ya que vieron lo sucedido y no actuaron al respecto, incluyendo en esto al jefe de Policía de la delegación, quien cuando ingresa a labores, determina que el sujeto está todo ensangrentado y golpeado y no hace nada al respecto tampoco, presuntivamente”, dijo el director del OIJ.