En 2016, Marco Antonio Sánchez cometió violación agravada en grado de frustración contra un menor de 14 años. Pero en 2021, recibió el “perdón presidencial” de Daniel Ortega, generando un riesgo para la sociedad. Posteriormente, en 2023, fue acusado de estupro y liberado de prisión el 18 de mayo del presente año.
Según los registros judiciales, por cometer la violación agravada en grado de frustración se le impuso una condena de siete años y seis meses de prisión.
Sólo cumplió cinco años de esa condena, pues fue puesto en libertad el 21 de diciembre de 2021, bajo el beneficio de convivencia familiar, con la promesa de presentarse una vez al mes a firmar ante los juzgados, guardar buena conducta, no consumir alcohol o drogas, con restricciones migratorias y con la promesa de buscar un trabajo.
El 28 de marzo de 2023, Marco Sánchez fue arrestado luego que la madre de una adolescente de 16 años interpusiera una denuncia en una estación policial en Masaya por sostener relaciones sexuales con su hija.
La acusación
La acusación se sostuvo en que el hombre se aprovechó de la inmadurez de la víctima, por asimetría de edad existente entre ambos, procedió a violar sexualmente a la adolescente. El hombre tenía 38 años en esa fecha.
La niña llegaba a jugar cerca de la casa de Marco Sánchez y él la enamoraba, le pagaba 30 córdobas por darle un beso y así se aprovechó de ella para violarla.
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El 9 de junio de 2023, se celebró una audiencia de admisión de hechos en el que Marco aceptó la acusación de cometer estupro. Al aceptar los hechos, no tuvo derecho a un juicio oral y público, por lo que el judicial dictó una pena por ese delito. Sin embargo, este 18 de mayo fue puesto en libertad bajo el beneficio de convivencia familiar.
El Código Penal de Nicaragua establece que toda relación sexual con una persona menor de 14 años se califica como violación y debe ser sancionada con una pena de 12 a 15 años de prisión.
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