Las comisarías de la mujer han sido reactivadas después que dejaron de operar por más de cuatro años en Nicaragua, sin embargo, algunas líderes feministas aseguran que no son creíbles ni efectivas porque la Policía Nacional se ha convertido en un instrumento represor de los nicaragüenses y no velará por el bienestar de las mujeres.
La Red de Mujeres contra la Violencia (RMCV) registra en un boletín de marzo de este año 17 femicidios: las víctimas son niñas, adolescentes, mujeres de la tercera edad y jóvenes entre las edades de 21 y 23 años.
Mientras se reinstalan las comisarias de la mujer, han ocurrido dos femicidios. Uno de ellos en Ciudad Sandino donde un guarda de seguridad utilizó el arma de oficio para arrebatarle la vida a su esposa y después se disparó en la cabeza; el segundo caso ocurrió en Puerto Morazán, Chinandega, donde un hombre asesinó con un machete a su compañera de vida, y, por consiguiente, decidió suicidarse.
Eveling Flores, integrante de la Red de Mujeres contra la Violencia (RMCV), comenta que se deben «revisar» la reinstalación de las comisarias de la mujer porque parecieran no estar funcionando, «como cuando dijeron que iban a poner policías en las calles, pero pusieron policías para reprimir a la ciudadanía opositora”, dice, y agrega que “cuando una mujer llama a la policía diciendo que el marido le está pegando la respuesta de la policía es que no tienen gasolina, pero sí tenés gasolina para anda reprimiendo, andar acosando a la gente”.
Flores reitera que “las mujeres no va a ir a un lugar donde la revictimizan y la desalientan para poner la denuncia y donde el hombre machista se agarra de esa cultura de impunidad que tenemos actualmente en Nicaragua”.
“A parte de eso, no hay institución estatal que esté cumpliendo con las normativas y con las leyes en Nicaragua, todas las instituciones estatales están actuando como operadores políticos”, enfatiza la integrante de la RMCV.
Mujeres no pueden llegar a las comisarias con libertades
Por otro lado, Mirna Blandón del Movimiento Feminista de Nicaragua, expresa que el Estado de Nicaragua se ha convertido en un “cómplice de la violencia contra las mujeres, y no solo por omisión sino por acción”, y afirma que la “policía se ha enfocado en reprimir al pueblo” en vez de poner un alto a los femicidios.
Blandón advierte que mujeres como ella no pueden llegar a las comisarias con libertades “cuando la policía se ha convertido en un instrumento represor de la sociedad nicaragüense y las mujeres no hemos sido la excepción (…) Si tenés una voz distinta a la del régimen Ortega- Murillo te van a pasar factura, a lo mejor va a servir para registrar tus datos y darte perseguimiento, asedio u hostigamiento”, detalló la líder feminista.
“Solo por pensar diferente te reprimen y te secuestran, o te cuidan en tu casa o te manchan las paredes. Y si una mujer en víctima de abuso de violencia que sale a hacer la denuncia no se la van a recibir como ha ocurrido”, sostiene Blandón aduciendo “que todas las instituciones del Estado no están apegadas a las normas jurídicas sino apegadas al partido de gobierno”.
El relanzamiento de estas oficinas es aproximadamente de seiscientos mil córdobas del Presupuesto General de la República (PGR), según la vicepresidenta Rosario Murillo. En ese presupuesto no está fijada la inversión de estas comisarias por lo que no están claros y no se puede estimar una cantidad exacta de cuánto es el gasto que estaría destinado para este proyecto.
Además, Mirna Blandón y Eveling Flores coinciden en que la inversión estimada por la vicepresidenta Murillo “no es una solución para resolver los casos de femicidios”.
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