Xiomara Castro, una de las testigos del incendio ocurrido este viernes, negó haber visto a un encapuchado iniciar el siniestro.
La mujer fue llevada al igual que varias personas que estuvieron presentes cuando ocurrió el incidente, aparentemente en calidad de testigos.
Con esas declaraciones la policía emitió un nuevo comunicado.
?⚠ #URGENTE: La policía se lleva por la fuerza a una testigo de lo ocurrido en Catedral de Managua
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— Nicaragua Investiga (@nicaraguainvest) August 1, 2020
Niegan a encapuchado
El comunicado integra declaraciones de Castro, quien se dedica a vender veladoras en la Catedral de Managua.
Según la Policía Castro dijo que «previo al incendio no observó a ninguna otra persona y no notó nada sospechoso».
Eso contradice la versión que originalmente ofrecieron trabajadoras de la Catedral a los medios, asegurando que un encapuchado había entrado y lanzado un artefacto explosivo a la imagen de la Sangre de Cristo.
La policía también dijo haber entrevistado a Manuel Salvador Bravo Alvarado, quien se encontraba rezando a la imagen en el momento que ocurrió el incendio.
«No observó a nadie que hubiese lanzado algún objeto, ni escuchó ninguna explosión», explica la nota oficial.
La mezcla de la policía: veladoras y atomizador
La policía asegura que Xiomara Castro dijo que cada mañana recibe de las religiosas un atomizador color naranja lleno de alcohol, para que colabore desinfectando las manos de los feligreses que ingresan al recinto.
«En el interior de la Capilla todos los días a las 7:00 de la mañana un sacristán enciende una veladora colocada en un candelabro alto, como de un metro de altura, que se encuentra frente a la cúpula de la imagen de la Sangre de Cristo», dice el comunicado.
Relacionando el atomizador con un posible evento accidental por una supuesta veladora en el lugar.
Sin embargo, esta versión no ofrece una explicación técnica o científica de cómo pudo haber ocurrido el contacto entre ambos elementos y tampoco cómo pudo provocar tanto daño.
Esta nueva versión policial, se corresponde con lo que indicó Rosario Murillo la tarde de ayer, cuando aún los peritos seguían en el lugar del siniestro recolectando evidencias.
Iglesia se siente agredida
El Cardenal Leopoldo Brenes calificó el día de ayer el siniestro como un un acto «terrorista» planificado meticulosamente.
“Es un acto de amedrentar a la iglesia en su misión evangelizadora”, indicó el líder religioso.
"Fue un acto terrorista", dice Arzobispo de Managua sobre incendio en Catedral
Brenes negó la versión de la veladora, pues asegura que por consejos de expertos que les asesoraban sobre el cuidado de las imágenes antiguas, desde hace muchos años se tenía prohibido poner velas cerca de la Sangre de Cristo.
“Quiero decir que no había veladoras ahí”, dejó claro el religioso, también aseguró que no había cortinas.
La imagen de la Sangre de Cristo tiene 383 años de ser cuidadosamente protegida por la Iglesia Católica de Nicaragua.
Las fotografías previas al siniestro muestran que la imagen no tenía veladoras cerca y se encontraba resguardada por una urna de cristal.
La policía de no muestra en su comunicado qué declaró la señora Alba Ramírez, o la trabajadora que fue llevada por la fuerza esta mañana y quienes ayer dijeron claramente que un encapuchado entró con actitud sospechosa y lanzó un objeto a la imagen segundos antes de que ardiera en llamas.
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