El Padre César Augusto Gutiérrez, responsable de la capilla San Sebastián en Monimbó tuvo que exiliarse, luego de la brutal represión ejecutada por el Gobierno de Ortega en esa zona. «Nosotros acompañamos a la gente en Monimbó, atendemos pastoralmente en el colegio y en la Iglesia y cuando a raíz del 18 de abril se dieron los acontecimientos nosotros igual acompañamos a la gente a la cárcel, a sacar a los muchachos, a sacar medicinas, comida (…) Yo salí de Masaya el 14 de julio por amenazas de muerte», dijo el religioso.
Relató que pudo salir del país hasta el 15 de agosto por puntos ciegos. y dijo que fue advertido que un ex comisionado estaba encargado de un operativo para quitarle la vida.
«Vi la valentía de la gente, muchachos, adultos, ancianos, con un dolor muy grande recibiendo los muertos, nos tocaba celebrar ahí en San Sebastián algunos funerales de los muchachos que iban cayendo, 35 fueron los que cayeron en Masaya», dijo visiblemente conmovido el padre.
El sacerdote dijo que envió una carta al Papa Francisco explicándole su situación y pidiéndole que se pronuncie sobre el caso de Nicaragua durante la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra esta semana en Panamá.
«Yo quisiera que el mundo se de cuenta de lo que está pasando en Nicaragua y que el mundo nos ayude, cuando digo el mundo me refiero a toda la gente de buena voluntad y el primero que tiene buena voluntad es el Papa Francisco».
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«Me duele mucho la represión, como han ido cerrando los espacios (…) yo los animo a que sigamos luchando para que podamos regresar a vivir en una patria libre y en justicia», concluyó el religioso.
Foto principal: La Prensa
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