Pernos en los barrotes, francotiradores en los pasillos y fotos desnudos, son las nuevas medidas
- Familiares de presos políticos están indignados por la paranoia de la guardia de Ortega
Los presos políticos viven su peor momento. La guardia al servicio de la familia Ortega-Murillo llegó al límite de la paranoia y han intensificado las medidas de seguridad, pues al perecer temen que se trame un plan de fuga.
Como parte de esas medidas en el Sistema Penitenciario se han colocado francotiradores cada 20 metros sobre los pasillos y en las entradas y portones, se hace un conteo de reos cuatro veces al día y han llegado al denigrante punto de tomarle fotos desnudos a los prisioneros. En ese estado de desnudez los obligan a hacer sentadillas después de las visitas, según denunció a Nicaragua Investiga un familiar que por temor a represalias pidió que protegiéramos su identidad.
Nuestro testigo asegura que los guardias han amenazado a sus presos “Les han dicho que si alguien llega a intentar salvarlos, que los van a quemar, a matar o envenenar (…) mi preso me dijo que al parecer tienen miedo que vayan a liberarlos, se lo han demostrado y el tema se lo han mencionado muchas veces”, dijo nuestra fuente.
Al parecer los orteguistas recuerdan con temor el mes de diciembre de 1974 cuando un comando armado secuestró la casa de Chema Castillo y logró con ello la liberación de Ortega y otros presos políticos.
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Nuestra fuente aseguró que no tienen privacidad en las visitas, que suelen durar mucho menos que las que duran las visitas de los presos comunes “en las visitas no dejan platicar porque ellos buscan la manera de escuchar lo que la familia está conversando, ellos se ponen cerca, te miran de mala manera para intimidar (…) a la hora de las revisiones te tocan los senos y tus partes íntimas, todo de pies a cabeza”, nos relata. Agrega que en las visitas conyugales se llegó al límite de desnudar a las visitantes. “Una muchacha que entró a esa visita salió súper nerviosa y me dijo: hermanita ahora estamos peor, porque ahora nos están revisando todo, nos están desnudando, nos hicieron quitarnos la camisa, quitarnos el brasier y bajarnos el calzón”, asegura la denunciante.
En el caso de los presos que están en las celdas de máxima seguridad como es el caso de Edwin Carcache, Medardo Mairena, Pedro Mena y Rodrigo Espinoza solo les permiten visita una vez al mes. Así lo confirmó la mamá de Carcache, quien asegura que visitó a su hijo el pasado 26 de octubre “Ahora nos toca visitarlo hasta el 26 de noviembre, no sabemos si a él le han extremado medidas, porque no hemos podido verlo”, dijo Doña Mercedes Dávila.
CENIDH confirma las denuncias
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos ha recibido al menos una decena de denuncias de familiares de presos políticos, en las que se recogen hechos como la colocación de pernos en los barrotes de las celdas para evitar que presos comunes pasen comida o ayuden de alguna forma a los presos políticos.
“Los presos de La galería 300 que es la de máxima seguridad se encuentran totalmente aislados y solo pueden salir a tomar sol una hora una vez a la semana, eso contraviene todos los convenios para el trato humano y no denigrante que Nicaragua ha firmado a nivel internacional en el caso de las personas privadas de libertad”, dice Braulio Abarca, abogado del CENIDH.
Abarca dice que las denuncias reportan que muchos presos políticos son encadenados de pies, manos y hasta cuello «Les ponen grilletes en un trato completamente inhumano», expresa.
“Incluso, nos han llegado denuncias de presos que han encontrado trozos de vidrio y metal en su comida y otros sospechan que les estén envenando, no hemos podido verificar esto, porque no nos permiten ingresar, pero algunos de los reos presentan un estado demacrado de salud, es el caso de Kitzel Pérez Valdiavia, quien ha dejado de comer desde que encontró vidrio y detectó olores extraños en su comida y ha perdido mucho peso”, expresó Abarca.
Las fotografías que el gobierno y sus medios muestran para fingir que tratan bien a los presos son solo montajes, para esconder lo que realmente sucede tras los barrotes de las temibles mazmorras de Ortega “Esto es más difícil de lo que parece cuando uno lo cuenta, es denigrante, doloroso, es horrible”, nos dice con la voz quebrada la denunciante “En vez de salir tranquilo, alegre de las visitas por haber visto a nuestros seres queridos, salimos indignados, preocupados por su vida”, finaliza.
Foto principal: Sistema Penitenciario de Nicaragua «La Modelo», La Prensa.
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