El futbolista brasileño Dani Alves, en prisión provisional desde enero, defendió su inocencia y aseguró que las relaciones que mantuvo con la mujer que le acusa de violación fueron consentidas, en una entrevista con el diario La Vanguardia, la primera desde la cárcel.
«Tengo la conciencia muy tranquila de lo que ocurrió aquella madrugada en el baño del reservado de la discoteca Sutton. Lo que ocurrió y lo que no ocurrió. Y lo que no ocurrió es que yo obligara a esa mujer a hacer nada de lo que hicimos», explicó Alves al diario desde la prisión a unos 40 km de Barcelona en la que ingresó a finales de enero.
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En la extensa conversación, publicada la semana después de que la justicia rechazara otro recurso de su defensa, el exjugador del Barça o Pumas mexicano repitió que si cambió varias veces de versión, llegando a asegurar en un video que no conocía de nada a la denunciante, fue por intentar preservar su matrimonio.
«Tuve miedo de perder a Joana [su esposa, ndlr] y por eso mentí. Luché a la desesperada por salvar mi matrimonio de una infidelidad, sin importarme las consecuencias que estoy pagando», explicó.
Alves, de 40 años, se encuentra en prisión provisional por una causa abierta por un presunto delito de agresión sexual, que en España comprende la violación. Una joven le acusa de haberle forzado presuntamente para mantener relaciones sexuales en los aseos del reservado de una discoteca de Barcelona a finales de diciembre.
«No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en baño», defiende Alves, que asegura que las relaciones fueron en todo momento consentidas por los dos.
La versión de la mujer se ha mantenido estable y volvió a ser considerada con «rasgos de fiabilidad suficientes» por los magistrados de la Audiencia de Barcelona que hace unos días, teniendo en cuenta el riesgo de fuga, rechazaron el último recurso de la defensa del deportista para que quedara en libertad a la espera de juicio.
El caso es seguido con gran interés en España, donde este miércoles se hicieron eco de la entrevista a Alves en varios medios, despertando la preocupación de sectores feministas.
«Banalizar la #ViolenciaMachista, apoyar al agresor, desacreditar a la víctima, le causa más daño a ella y a las demás, alimenta la cultura de la violación», escribió en Twitter la delegada del gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, en reacción a las palabras de la autora de la entrevista, que consideró en televisión que la descripción realizada por Alves de antes de la entrada a los aseos era más consistente que la de la denunciante.
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