«¡Bien firmado!», dijo sonriente el niño nicaragüense Edwin Burgos mientras sostenía en sus manos sus zapatillas de fútbol firmadas por el jugador argentino Leo Messi, sueño que le costó desvelo, lluvia y sol al tiempo que las horas de permanecer en el país norteamericano se le acababan.
El niño de seis años, originario del departamento de Chinandega, pasó unos cinco días afuera del estadio del Inter donde entrena «La Pulga» en la ciudad de Miami atento a la salida de la estrella.
Edwin, su mamá, Yamileth Aguado, y su papá llegaron Estados Unidos para participar en un campamento de fútbol y de paso se quedó buscando a Messi.
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Al ser consultado por la Voz de América (VOA) desde cuándo le gusta el fútbol, el niño respondió alegre «¡Desde que estaba en la panza de mi mamá!». Su familia asegura que Edwin practica el deporte todos los días con el apoyo de su padre, también fanático. «Edwin es muy buen futbolista», afirman.
En Estados Unidos, el niño se despertaba a las cinco de la mañana todos los días para dirigirse al mismo lugar con la esperanza de que el astro del fútbol lo atendiera, lo que llamó la atención de medios de comunicación en ese país.
En una de sus entrevistas, Edwin dijo «¡queremos que Messi nos firme estos tacos! Me siento más o menos porque mi papa no estaba vivo (atento) allá, yo fui el que le dije (que corriera cuando Messi saliera) y después fue que salí corriendo. ¡Firmame estos tacos Messi, qué tanto te cuesta!».
Poco antes de su vuelo de regreso a Nicaragua, la madre de Edwin le informó muy entusiasmada que Leo Messi había firmado las zapatillas y además le envió saludos en un video. El padre de Edwin había logrado alcanzar al astro.
Messi, quien salía del lugar en su auto, le expresó en el video, con una sonrisa y el pulgar arriba, «Edwin, un abrazo grande».
«¿Estás contento?», le preguntó un periodista de la cadena internacional ESPN a Edwin. «¡Súper!», dijo el niño quien no salía de su asombro.
El padre del menor añadió «estoy super contento. Orgulloso de mi hijo por su perseverancia. Todos esos días ha estado levantándose temprano, con lluvia, con sol, con calor, hemos andado para arriba para abajo. Con su cartelito. Fue una experiencia linda. La perseverancia de mi hijo es tremenda».
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