‘El Pistolero’ Luis Suárez tenía una última bala para forzar los penales y Uruguay obtuvo este sábado el tercer lugar de la Copa América de Estados Unidos 2024 al vencer 4-3 a Canadá desde los doce pasos, tras empate 2-2 en los 90 minutos.
El portero Sergio Rochet tapó el remate de Ismaël Koné en el tercer penal de Canadá en el Bank of América Stadium de Charlotte, Carolina del Norte, y Alphonso Davies mandó la bola al travesaño en el quinto, mientras que Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, Giorgian De Arrascaeta y Suárez fueron impecables con sus cobros para Uruguay.
Bentancur en el minuto 8 y Suárez en el 90+2 anotaron por la Celeste en el tiempo reglamentario y Koné en el 21 y Jonathan David en el 79 lo hicieron por los Canucks.
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«Haber compartido este tiempo con él confirma la imagen de un jugador superior, un gran compañero, y fue para todos nosotros un apoyo enorme dentro del campo y fuera del campo», elogió el DT de la Celeste, Marcelo Bielsa, al atacante del Inter Miami, que llegó a 69 tantos con la selección uruguaya, de la que es su máximo goleador histórico.
«El nivel que él mostró en los minutos que jugó, por un lado; en los entrenamientos, por el otro; el nivel técnico, el nivel físico, lo posicionan para compartir titularidad en la posición de centroatacante», agregó.
Suárez fue alzado en hombros por sus compañeros en los festejos.
El campeón mundial y continental, Argentina, y Colombia jugarán el domingo la final en el Hard Rock Stadium de Miami.
– Un valiente debutante –
Si bien la velocidad al contragolpe había sido su gran baza en la Copa América, Canadá mostró en el primer tiempo una faceta diferente, atreviéndose a tocar, a domar el juego y a triangular frente al área rival.
El debutante equipo del entrenador estadounidense Jesse Marsch tuvo atrevimiento frente a uno de los grandes ganadores históricos del torneo, con 15 títulos que lo ponen en lo más alto del palmarés junto a Argentina.
«Los jugadores están decepcionados por la forma en que dejamos ir el partido, pero soy muy positivo con ellos (…). Jugamos para mí contra uno de los mejores equipos del mundo y dominamos el partido», expresó Marsch.
El DT sorprendió con su alineación, al darle la titularidad a futbolistas que habían recibido poco tiempo de juego como el delantero Tani Oluwaseyio o que ni siquiera habían jugado un minuto como el portero Dayne St. Clair o el central Luc de Fougerolles.
El partido comenzó bien para Uruguay, con el gol de Bentancur tras un corner cobrado por Federico Valverde. Sebastián Cáceres cabeceó y la pelota terminó en los pies del centrocampista del Tottenham, que giró y pateó para la apertura del marcador.
Sin embargo, un descuido defensivo, con Matías Viña perdido y un momento de duda de Rochet, representaron un giro de 180 grados con la anotación de Koné.
El jugador del Olympique de Marsella hizo un remate poco ortodoxo, una acrobacia aérea que sirvió para empatar. De espaldas al arco, soltó un derechazo en el aire como su una patada de artes marciales se tratara y la esférica pasó por encima de Rochet.
Aunque la reacción de Uruguay era inmediata, con un gol anulado a Facundo Pellistri por posición adelantada, Canadá se atrevió, con el buen criterio de Jonathan Osorio.
La falta de acierto de Oluwaseyi, con dos ocasiones claras erradas tras centros perfectos, y Nahitan Nández salvaron a Uruguay. Nández despejó sobre la línea de gol un cabezazo de Jonathan Osorio en un rebote de Rochet ante un fallido mano a mano del propio volante canadiense.
– Sangre fría –
Bielsa movió ficha al empezar la segunda mitad.
Luis Suárez, ovacionado por el público, entraba al campo junto a Giorgian de Arrascaeta para sacudir las cosas y Brian Rodríguez se sumaría después a la ecuación que planteaba Bielsa.
Los cambios empujaron atrás a Canadá, con un Suárez activo, aunque le costaba encontrar comodidad para disparar. Los norteamericanos volvieron entonces a su apuesta de todo el torneo: esperar y contragolpear a la vez se dejaban de concesiones con la entrada de titulares habituales como Alphonso Davies y Jonathan David.
Valverde mandaba una pelota al palo en el 78.
Koné, en una contra, recibió la pelota en el mediocampo con espacio para correr y tiempo para pensar y armar su disparo. Rochet bloqueó, sin suerte, pues David empujó la esfera aprovechando el rebote.
Uruguay parecía condenado, pero Suárez todavía tenía una bala en la recámara. De Arrascaeta gestó, José María Giménez centró y Suárez desenfundó. Su gol, con 37 años, cinco meses y 20 días, le devolvía la vida a Uruguay.
Y en los penales tampoco perdonó.
¿Fue su adiós con Uruguay? «Hoy lo importante es valorar el esfuerzo de todo el equipo. Hoy el caso de Suárez es aparte», esquivó ese tiro de la prensa ‘El Pistolero’.