El Lille tumbó al Real Madrid (1-0), este miércoles en la segunda jornada de la Liga de Campeones, en una noche en la que el rey de Europa estuvo irreconocible, con un Endrick intrascendente como titular y un Kylian Mbappé que le sustituyó pero que no pudo cambiar el signo del duelo.
Gloria para el Lille, que se impuso con un gol de penal de Jonathan David (45+3), premio a su valiente partido, guiado por un Ayyoub Bouaddi que celebró su 17º cumpleaños tumbando al campeón de Europa.
La plaga de bajas en el centro del campo hizo que Bruno Genesio entregara la titularidad al juvenil. Apuesta ganadora para el técnico galo, que se apunta otra victoria europea para guardar, tras derrotar al Manchester City cuando dirigía al Lyon (2-1 en 2018).
Fue la primera derrota blanca tras 36 partidos. «Nos faltó agresividad, creatividad, en el fondo, lo que tenemos siempre. Luchar un poco más. En la segunda parte demostramos más ganas, pero en la primera estuvimos peor», analizó el arquero Andriy Lunin.
«Estuvimos en todo mal, pudimos empatar al final pero no hubiera sido merecido. Los partidos se pueden perder, pero hoy no dimos una buena sensación», señaló el técnico blanco Carlo Ancelotti.
«Los jugadores respondieron a la perfección a lo que esperábamos. Jugamos un gran primer tiempo y estuvimos muy solidarios en el segundo. Ha sido una gran actuación. Estamos orgullosos», dijo Genesio.
– Endrick, intrascendente –
Con su imponente colección de cromos, el campeón de Europa había reservado de inicio a Mbappé, Luka Modric -que jugó casi 90 minutos ante el Atlético a sus 39 años- y Rodrygo.
Ancelotti innovó con un esquema 4-4-2, con Jude Bellingham escorado a la izquierda y la dupla brasileña formada por Vinicius y Endrick arriba.
El segundo disputaba su primer partido como titular con el Real Madrid. Tuvo casi una hora y dejó un destello, la arrancada desde tres cuartos de cancha en la que no cruzó lo suficiente frente al arquero Lucas Chevalier (19).
Antes de ser sustituido por Mbappé el delantero de 18 años mostró su otra cara, una entrada fogosa que le costó la amarilla (46).
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Con Thibaut Courtois lesionado, regresó a la portería Lunin, uno de los héroes de la pasada Champions, especialmente en cuartos, cuando paró dos penales en la tanda decisiva ante el Manchester City.
El famoso himno europeo le dio de nuevo alas, con un doble milagro en el minuto 25, salvando dos remates de David desde prácticamente la línea de gol, el segundo con un manotazo prodigioso mientras caía.
No pudo hacer nada ante el canónico penal lanzado por el delantero canadiense, señalado por una mano de Eduardo Camavinga en el lanzamiento de una falta. El árbitro lo pitó tras ser avisado por el VAR y haber revisado la acción en su monitor.
– Chevalier niega el arreón final –
Hasta entonces los madrileños habían aguantado con paciencia el vistoso fútbol del Lille, guiado por un elegante Bouaddi en la construcción, sin complejos ni prisas, como si siguiera jugando entre juveniles, y el veterano Remy Cabella en la mediapunta en un estadio Pierre Mauroy que vivió su gran noche.
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Los ‘Dogues’ no bajaron la intensidad en la segunda parte y Edon Zhegrova estuvo cerca del 2-0 en un gran lanzamiento desde la izquierda (54). Entonces Ancelotti recurrió a la artillería pesada.
Pero con Modric y Mbappé, silbado en su primer partido con el Real Madrid en Francia, poco cambió la situación del gigante blanco, hasta que llegó el arreón final.
Entonces apareció Chevalier, salvando un doble remate de Bellingham (85), un cabezazo de Antonio Rudiger (86) y otro de Arda Guler (90). Fueron las mejores ocasiones del gigante blanco en su irreconocible partido.