Ahora que ha estallado una nueva guerra entre palestinos e israelíes, no debería ser noticia que el dictador nicaragüense Daniel Ortega apoye a la «causa palestina». Los sandinistas y los palestinos tienen 57 años de estrecha relación y colaboración.
Los palestinos fueron cruciales para que los sandinistas se reorganizaran militarmente en 1969, después de que habían sido derrotados en 1967 por la Guardia Nacional, en Pancasán, una zona montañosa de Matagalpa, donde perdieron a una buena parte de sus mejores hombres, explica en un ensayo el mexicano especialista en temas latinoamericanos, Carlos Fernando López de la Torre.
La relación entre sandinistas y palestinos inició en enero de 1966, cuando se celebró, en La Habana, Cuba, la primera conferencia de solidaridad con los pueblos de África, Asia y América Latina, que se conoció como la Tricontinental.
Sin embargo, fue hasta en 1969 que se fortalecieron las relaciones, cuando uno de los jefes del Frente Sandinista (FSLN), José Benito Escobar, se reunió en México con tres representantes de la recién creada Organización para la Liberación Palestina (OLP), que nació en 1964.
Acordaron que los palestinos entrenarían a miembros del FSLN en Argelia y en Líbano. Se trataba en esencia de hijos de familias ricas, estudiando en Europa, que se habían unido al grupo guerrillero sandinista, y otros que estudiaron en Moscú, en la Universidad Patrice Lumumba.
Algunos de ellos fueron Enrique Schmidt, Patricio Argüello Ryan, René Vivas, Leticia Herrera, Eduardo Contreras, Pedro Arauz Palacios. También Juan José Quezada, José Valdivia, Jacobo Marcos Frech, entre los más conocidos.
Entrenados en el desierto
Leticia Herrera cuenta, en su libro Guerrillera, mujer y comandante de la revolución sandinista, que, cuando se dieron cuenta que serían entrenados militarmente por los palestinos, les pareció paradójico porque Nicaragua tiene realidades geográficas y topográficas muy diferentes a las de Palestina.
«Eran árabes los que nos iban a dar instrucción militar… No le miraba sentido. Pero, bueno, eso era lo único que teníamos a mano», indicó.
Uno de los campos de entrenamiento fue cerca de la frontera de Israel, donde recibieron clases de artes marciales y entrenaban en los arenales. Además, vivían en cuevas, donde hacía un terrible frío, pero, por la noche, el calor era espantoso, revela Herrera.
«Los árabes, que eran los instructores, eran gente del pueblo. Ellos sabían el inglés porque habían sido colonizados por ingleses. O sabían francés, porque en algún momento fueron colonia francesa. Imagínate lo que podía tardarse una explicación sobre un movimiento táctico militar… Cansadísimo. Ahí estuvimos casi tres meses», manifestó Herrera.
Cada 15 días, los palestinos llevaban a los guerrilleros sandinistas a bañarse a un pueblo muy pobre con escasez de agua. «Salíamos hediondos a cabros. Nos llevaban a ese pueblecito y pasábamos allí todo el fin de semana. Generalmente era el domingo, porque el sábado para ellos es sagrado», agregó Herrera.
El caso Patricio Argüello Ryan
Herrera cuenta que en esa ocasión, para 1970, tuvo una experiencia desafortunada con Francisco Rosales, el recién fallecido magistrado judicial orteguista, quien era el coordinador de los sandinistas en Europa y en una reunión le indicó que iba a crear las condiciones para que sostuvieran relaciones sexuales.
Herrera se sintió indignada, pero no quiso contárselo a su entonces compañero de vida, René Tejada, pues podía tener una reacción muy violenta porque era muy celoso, por lo que decidió hablar con Patricio Argüello Ryan, quien, a su vez, increpó a Rosales.
Ese altercado coincidió con que, como retribución a la instrucción militar que los palestinos estaban dando, los sandinistas iban a participar en algunos operativos de los palestinos.
Por esos mismos días, los palestinos, para liberar prisioneros en manos de Inglaterra y Francia, secuestraban aviones para canjear a los pasajeros con los prisioneros palestinos.
En uno de esos operativos, asegura Herrera, Rosales tomó una decisión de última hora, y, como represalia en contra de Argüello Ryan, lo puso en uno de los comandos palestinos que iba a secuestrar un avión, sin haber participado en los entrenamientos del operativo.
El 6 de septiembre de 1970, Ryan participa en la operación y se sube en al avión a secuestrar sin conocer los acuerdos preliminares a los que habían llegado los ejecutores.
Argüello Ryan fue neutralizado en la puerta del avión por dos agentes ingleses que ya habían detectado las intenciones de los palestinos y ahí mismo lo mataron. Fue el único que murió en esa acción.
«Desde entonces, yo siempre juré que Francisco Rosales tendría que pagar algún día por la muerte de Patricio», dijo Herrera.
La muerte de Ryan en una acción a favor de Palestina lo convirtió en un símbolo de la solidaridad internacional con la lucha palestina y de la unión entre «el pueblo de Nicaragua y el palestino», indica Carlos Fernando López de la Torre.
Los Somoza e Israel
El apoyo militar de los palestinos a los sandinistas continuó durante la década de 1970, en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Algunos descendientes de palestinos en Nicaragua también se sumaron a los sandinistas, impulsados porque estos apoyaban la causa palestina. Algunos de ellos fueron Omar y Soraya Hassan, Amin Halum, Mauricio Abdallah y Suad Marcos Frech. Más antes, también se había unido Selim Shible.
Por otra parte, la dinastía de los Somoza se había identificado con Israel.
El fundador de la dinastía, Anastasio Somoza García, apoyó a Israel cuando se convirtió en Estado en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial. Además de suministrarles armamento, Somoza apoyó a los israelíes en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Después, sus hijos Luis y Anastasio Somoza Debayle le compraban armamento a Israel, para combatir precisamente a la guerrilla sandinista.
A finales de los años setenta, poco antes de ser derrocado, el 98 por ciento de las armas que compraba Anastasio Somoza Debayle provenían de Israel, escribió el periodista mexicano Enrique Maza en una investigación publicada en el medio mexicano Proceso.
Relaciones diplomáticas
En 1979, cuando los sandinistas asaltaron el poder, inmediatamente establecieron relaciones diplomáticos con los palestinos y, en 1980, para el primer aniversario de la revolución sandinista, el principal dirigente de los palestinos, Yaser Arafat, fue uno de los invitados especiales al evento.
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