La codictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, acusó este lunes a la Organización de Naciones Unidas (ONU) de ser incompetente y no hacer algo a favor de las victimas de la guerra recientemente desatada entre palestinos e israelíes.
«Nuestra solidaridad, amor, cariño, respeto con las familias que están sufriendo como consecuencia de un conflicto que ahí está (entre Israel y Palestina). Uno más de las Naciones Unidas que no hacen nada. Se pronuncian, acuerdan, se firma, y nada pasa», espetó Murillo al mediodía a través de los medios de propaganda oficialistas.
Sin embargo, el jurista Uriel Pineda dijo a Nicaragua Investiga que las palabras de Murillo no dimensionan en su justa realidad el nuevo conflicto.
«(La guerra) estalla por un ataque ilegítimo de un grupo terrorista, Hamás, que puso como blanco a población civil. Secuestró y asesinó a población civil, lo cual, bajo ninguna circunstancia es aceptable dentro del derecho internacional humanitario», expresó Pineda.
En su perorata, Murillo se lanzó con todo para descalificar a la ONU, a la que acusó de «sordera» y no evitar «todas las vidas que han sido dilapidadas» en la guerra recién comenzada.
«Por hacernos los que ni vemos, ni oímos ni podemos. Con orejas de pescados, decían los niños aquí. Cuántas vidas dilapidadas. Cuánta traición, traicionada tanta sangre de seres humanos, de familias inocentes y seguir tan campantes, como los anuncios de algún licor, caminando como si no pasa nada», dijo Murillo, haciendo alusión a un comercial del whisky Johnnie Walker.
Los históricos lazos de los sandinistas con grupos palestinos
Murillo debería de condenar a Hamás
No obstante, el jurista Uriel Pineda considera que la reacción de Murillo debería ser otra.
«Cualquier jefe de Estado, lo primero que debe de hacer es condenar el acto terrorista, porque, de conformidad a la Carta de Naciones Unidas, uno de los hechos que legitima la acción militar es la legítima defensa. Ser Israel atacado y haber objetivizado a su población civil, la reacción de Israel está en armonía con el derecho de guerra», aclaró Pineda.
Por el contrario, Murillo lo que hace es convertirse en una «cómplice criminal» de los ataques de Hamás a la población civil israelí, advierte Pineda.
La actitud de Murillo contrasta con la del presidente salvadoreño Nayib Bukele, «una de las personas que mayor autoridad política podría tener en este momento en la región (centroamericana) para referirse al conflicto», considera el jurista.
«Bukele condena los hechos y al mismo tiempo dejó una postura sobre la necesidad de urgencia de que el conflicto Palestina-Israel pase por la separación de este extremismo que representa Hamas y sus métodos», finalizó diciendo Pineda.
El conflicto
La nueva guerra entre Israel y Palestina empezó el pasado sábado, cuando milicianos palestinos, miembros del grupo terrorista Hamás, iniciaron ataques que incluían pequeños bombardeos con drones, ataques desde el mar e incursiones terrestres a través del muro que separa la franja de Gaza de Israel, según informó el diario español El País.
Los hombres de Hamás han avanzado matando y secuestrando civiles, policías y soldados.
En su defensa, Israel declaró estado de guerra y atacó a Hamás en la franja de gaza.
Según los últimos reportes, publicados por diferentes medios, en el conflicto han muerto alrededor de 900 israelíes y más de 2,600 han resultado heridos.
En Gaza, donde están asentados los palestinos, han muerto 687 personas y más de 3,700 están heridas.
Sumando las víctimas en otros lugares, el total de fallecidos es 1,607 y el total de heridos asciende a 6,434, hasta la tarde de este lunes.
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