El senador estadounidense Marco Rubio se sumó a las voces que piden al papa Francisco interceder por la liberación del obispo Rolando Álvarez, privado de libertad por el régimen sandinista desde agosto de 2022.
«Su Santidad, permítame transmitirle con todo mi respeto y preocupación por el trato inhumano que recibe el obispo Álvarez y mi más sincero deseo que intensifique sus esfuerzos para lograr su liberación inmediata e incondicional», señala la carta enviada por el funcionario estadounidense y publicada el 13 de diciembre.
El senador republicano describió que el obispo de Matagalpa «ha utilizado su ministerio para exigir el respeto de los derechos humanos funadamentales otorogados por Dios en Nicaragua, lo que llevó al régimen de Daniel Ortega a ver a la Iglesia católica como una amenaza a su gobierno ilegítimo».
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Y le entristece que, a la fecha, la situación en el país no haya mejorado. A su vez, advirtió que las pruebas de vida que ha publicado la dictadura «sugieren que el obispo Álvarez ha sufrido torturas a manos del régimen«.
«Humildemente le pido que interceda por la liberación del obispo Álvarez y el derecho a la libertad de culto de todos los católicos en Nicaragua», acotó.
Presión internacional es insuficiente
El dirigente de la oposición Félix Maradiaga, quien desde su excarcelación política en febrero pasado ha llevado la denuncia ante la comunidad internacional, dijo al respecto, a Nicaragua Investiga, que «estos gestos son importantes», ya que, «a pesar de que no dudamos de que monseñor Álvarez está muy presente para Su Santidad, es natural que los católicos nicaragüenses y del mundo que se solidarizan con la causa de la iglesia perseguida en mi país, esperen mucho de la Santa Sede».
Recientemente el opositor tuvo la oportunidad de ser invitado por varios eurodiputados a dar un mensaje ante la Comisión de Política Exterior del Parlamento Europeo en el que señaló que «la presión internacional es insuficiente».
Y así como el senador Rubio, muchas personalidades del mundo, de forma pública o en privado, «se han dirigido a Su Santidad para apelar por acciones más insistentes de parte de la Santa Sede».
En relación a posibles contactos entre la oposición nicaragüense con el Vaticano, Maradiaga prefirió «ser cauteloso».
«Solo agregaría que no tengo dudas de que la diplomacia pontificia, que no siempre es bien comprendida por la opinión pública, está haciendo lo suyo por monseñor Álvarez, que es el único obispo católico del mundo que está secuestrado bajo las condiciones que sufre en Nicaragua», sostuvo.