El exvicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, pidió a su país que revise el Tratado de Libre Comercio (TLC) que mantiene con Nicaragua, para cambiarlo, ante las violaciones a la libertad religiosa que vienen cometiendo los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo desde hace años en el país.
«Mira, tenemos un acuerdo de libre comercio con Nicaragua. Tenemos la economía más poderosa del mundo y yo soy alguien que cree en el libre comercio con naciones libres y debemos dejar claro a Nicaragua que comenzará a respetar la libertad religiosa de personas de todas las creencias en Nicaragua o nuestra relación cambiará», afirmó Pence este martes 30 de enero.
Las declaraciones de Pence, traducidas en un video por el medio Expediente Público, se produjeron en la Cumbre de la Libertad Religiosa 2024 que se realizan en Washington D. C., Estados Unidos.
«Creo que ha llegado el momento de que Estados Unidos deje claro a Nicaragua que no toleraremos acciones contra la supresión de líderes religiosos en Nicaragua sin consecuencia para ellos», había dicho primeramente el exvicepresidente norteamericano.
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Nicaragua, un ejemplo
Según Pence, Nicaragua es un buen ejemplo en el que los dictadores suelen reprimir la libertad religiosa en los países.
«Comprendes la relación entre nuestras libertades dadas por Dios y la supervivencia y prosperidad de la libertad. Pero creo que Nicaragua es simplemente un ejemplo en el que vemos el surgimiento de un gobierno dictatorial y la iglesia se convierte en un punto focal, y en Nicaragua en particular», indicó Pence.
La dictadura Ortega Murillo, desde 2018, ha encarcelado y luego desterrado a más de 30 religiosos católicos, entre ellos los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora.
También ha expulsado monjas, cerrado centros católicos y organismos de la iglesia, incluido Caritas, no ha dejado entrar al país a otros sacerdotes.
Además, ha cerrado cuentas bancarias de la iglesia católica. La investigadora Martha Molina ha documentado más de 500 agresiones contra la iglesia desde 2018.
Las iglesias evangélicas no han escapado a dicha represión.