El gobierno de Estados Unidos se pronunció sobre el último informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), en el que se revelan más detalles de los sistemáticos crímenes de lesa humanidad que comete el régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El grupo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) revela la principal línea de mando que está cometiendo actualmente tales abusos y se compromete a seguir investigando para conocer al resto de actores.
Este jueves al hacerse público dicho informe, Brian Nichols, subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, saludó los hallazgos y reiteró el llamado al régimen sandinista para que libere a los presos políticos.
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«El informe de expertos de la ONU sobre Nicarauga ilustra claramente a la comunidad internacional los horribles abusos que sufren los nicaragüenses bajo Ortega-Murillo. Seguimos llamando a la inmediata e incondicional liberación de los detenidos injustamente por ejercer sus derechos básicos», indicó Nichols en su cuenta de la red social X.
El presentar el informe, Jan Simon, presidente del GHREN, declaró que «el Presidente Ortega, la Vicepresidenta Murillo y los funcionarios de alto nivel identificados en la investigación deben rendir cuentas ante la comunidad internacional, al igual que Nicaragua como Estado que persigue a su propio pueblo, apuntando a estudiantes universitarios, pueblos indígenas, pueblos afrodescendientes, campesinos y miembros de la Iglesia católica y de otras confesiones cristianas”.
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El mismo jueves, la dictadura sandinista rechazó el informe y aseguró que este grupo de derechos humanos de la ONU está sesgado y lo acusó de tomar «los insumos para sus reportes, de criterios manipulados por un grupo de personas, que son financiadas, precisamente para tergiversar la realidad» de Nicaragua.
«Sus reportes son unilaterales y sesgados» y solo emiten «un criterio irreal e irracional sobre la realidad del pueblo nicaragüense», dijo Wendy Morales, Procuradora General de la República, encargada por el régimen de rechazar las graves acusaciones.