Luego de que la presidenta del Banco Centroamericano Integración Económica (BCIE), Gisela Sánchez, anunció que se detendrán los préstamos a Nicaragua y El Salvador, el régimen dictatorial de Daniel Ortega ha respondido que ese organismo financiero internacional no debe convertirse en un «campo de batalla político».
En una carta firmada por el Ministro de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua, Iván Acosta, la dictadura le reclama a Sánchez por afirmar «que las operaciones aprobadas de Nicaragua se dieron desde un esquema de poco balance y sin rigurosidad técnica»,
«Lo dicho por usted, es refutable por el reconocimiento recibido tanto del BCIE, como de otros organismos internacionales de financiamiento evidenciados en los resultados de evaluaciones de cartera que determinan calidad en la ejecución, pago y rendiciones de cuentas debidamente certificadas durante estos últimos 17 años», afirma el régimen sandinista.
Presidenta del BCIE afirma que Nicaragua y El Salvador no recibirán más créditos
Igualmente asegura que al ser Nicaragua «un país miembro fundador socio» del BCIE tiene «derecho a solicitar financiamiento para sus programas de desarrollo conforme los requisitos y políticas establecidas».
«Consideramos que sus declaraciones no contribuyen a la gestión desarrollada por el Banco y al espíritu de integración centroamericana», indica la carta.
«Apelamos presidenta, al respaldo de nuestro voto el día de su elección y respetuosamente le insto a no convertir al Banco en una campo de batalla política; que reitero no abona al desarrollo e integración Centroamericana. Por último, exigimos respeto al dirigirse a nuestro país y a los Representantes del Estado de la Republica de Nicaragua», dice otra parte de la carta.
El BCIE ha sido muy criticado en los últimos años por el financiamiento al régimen de Daniel Ortega y su anterior presidente, Dante Mossi, era considerado «el banquero de los dictadores».