Gisela Sánchez, la nueva presidenta del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), indicó en una entrevista con un medio de comunicación de que Nicaragua y El Salvador están arriba del límite con los créditos y se van a frenar los fondos para esos dos países para dar más balance a la cartera y corregir rumbos de la administración anterior.
Sánchez ilustró este tema explicando que los datos al cierre de 2023 en la cartera de préstamos tienen una concentración un poco superior al 25 por ciento en El Salvador, seguido de Nicaragua alrededor de un 22; un tercer lugar Honduras con un 17; después Costa Rica con un 10 y Guatemala con un cinco por ciento.
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En los países no centroamericanos, están Argentina con un 5.8 por ciento, República Dominicana 5.6, Panamá 4.6; Colombia 2.4, y luego Belice con un 0.1 por ciento.
“Mi objetivo es proteger los límites de exposición por país, diversificar la cartera, hacer más eficientes los gastos del banco y poder trasladar por ende los beneficios a los países que servimos”, explicó Sánchez en la entrevista con el medio de comunicación Redacción Regional, ofrecida el pasado 27 de febrero a través de videollamada.
La funcionaria dijo que es parte de su responsabilidad, inclusive como mujer, abrir más puertas a más mujeres, poder demostrar que actúan con absoluta rigurosidad técnica, dejando atrás todos aquellos cuestionamientos que se pudieron dar en el pasado.
Las respuestas de Nicaragua y El Salvador
La presidenta del BCIE comentó que los representantes de Nicaragua y El Salvador han sido receptivos.
“El caso de Nicaragua, muchísima apertura para que podamos blindar y asegurarnos del mejor uso de los recursos. Ellos también entienden cuáles son sus límites”, detalló.
“En el caso de El Salvador, lo mismo. Tenemos una claridad de cuáles son los límites actualmente, dónde están ubicados, y de que la única forma de abrir más espacio para financiar a estos países, que están en el tope de los límites, es que podamos hacer crecer al banco”, señaló.
La funcionaria manifiesta que esta es la única forma de detener los fondos. De lo contrario, “estaríamos deteriorando o concentrando más la cartera y ellos quieren también un banco a largo plazo”.
Están investigando
En la entrevista también habló de un tema importante. Semanas antes del nombramiento de Gisela Sánchez, una alianza de 13 medios coordinada por Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), realizó una investigación llamada El Banco de los Dictadores, que reveló cómo el banco se convirtió en una caja chica para los regímenes duros de Centroamérica, como Daniel Ortega, Juan Orlando Hernández y Nayib Bukele.
En base a este reportaje, reveló que ordenó una investigación de 10 años atrás –en algunos casos más atrás– para verificar qué se hizo mal.
Entre esas revisiones, sostiene, están todos los casos revelados por El Banco de los Dictadores, entre estos el posible desvío de créditos hacia la política del bitcóin de Bukele o la participación del banco en la millonaria trama de corrupción de Odebrecht en Guatemala. “Una vez finalicemos esta investigación vamos a rendir cuentas sobre los hallazgos”, zanjó.
