La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibió a la iglesia católica nicaragüense realizar 4,800 procesiones previstas en el contexto de la Semana Santa de este año 2024, denunció la abogada Martha Patricia Molina, quien ha documentado las agresiones sufridas por la iglesia a manos de los dictadores desde 2018.
En sus redes sociales, Molina indicó que cada una de estas actividades religiosas serían realizadas para la Cuaresma o la Semana Santa de este 2024 y la estadística incluye las procesiones que iban a realizarse en los cuatro viernes de cuaresma, el domingo Ramos y las que se efectuarían directamente en la propia Semana Mayor.
Según información recibida por Molina, pocas parroquias realizarán procesiones haciendo un recorrido alrededor de la manzana del templo y la gran mayoría de estas parroquias o capillas efectuarán las procesiones intramuros, incluidas las catedrales de las diferentes diócesis o arquidiócesis.
El Viacrucis Penitencial, de participación multitudinaria promovido por la Arquidiócesis de Managua, tampoco será realizado.
Manipulan actividades religiosas
Por el contrario, las municipalidades o alcaldías del país, todas controladas por la dictadura, están convocando a actividades religiosas de Semana Santa sin autorización y participación de la iglesia católica.
Nuevos elementos
Para este año 2024, observa Molina, se evidencian nuevos elementos respecto a años anteriores, cuando también ha habido prohibición de actividades religiosas.
Por ejemplo, muchas parroquias no realizarán todas las procesiones de la Semana Mayor a como habitualmente la hacían, ni afuera ni adentro de los templos, y han optado por ejecutar otras actividades religiosas como rezo del rosario, o vela de una imagen.
Algunas procesiones han sido permitidas, pero en la cuadra del templo, pero a última hora se presenta un agente de la Policía Nacional y una contraorden para que no salgan, bajo amenaza de ser encarcelados.
«Todo lo anterior evidencia que la etapa de los cristales rotos que comete la dictadura en contra de la iglesia católica no ha cesado. Las campanas no repican con seguridad alegría y victoria a como lo mencionó en su momento la consorte del dictador Ortega Saavedra», expresó Molina.