La celebración del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa, se realizó este domingo en la catedral de Managua con una misa oficiada por el cardenal Leopoldo Brenes, pero no hubo procesión en las calles en ningún lugar de Nicaragua, ya que están prohibidas por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde el año pasado 2023.
La bendición de las palmas la realizaron el cardenal y otros sacerdotes en las afueras de la catedral, en el costado sureste de este templo, donde también se realizó la llamada procesión del triunfo, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Algo similar ocurrió en León, donde desde el viernes se anunció que este lunes 25 de marzo no habría procesión de San Benito, a quien los fieles llaman el «Milagroso Negrito».
La procesión de San Benito es una de las más esperada por los leones, pues parte de la iglesia San Francisco de Asís, recorre las calles de la llamada ciudad universitaria, en un trayecto en el que los feligreses, en pago a promesas por favores recibidos de parte del santo, reparten chicha y fresco de cacao entre los asistentes.
4,800 procesiones prohibidas
En total, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibió a la iglesia católica nicaragüense realizar al menos 4,800 procesiones previstas en el contexto de la Semana Santa de este año 2024, denunció la abogada Martha Patricia Molina, quien ha documentado las agresiones sufridas por la iglesia a manos de los dictadores desde 2018.
Según Molina, en algunas parroquias incluso no se realizarán procesiones dentro de los templos, a como lo ha orientado la dictadura, y han optado por ejecutar otras actividades religiosas como rezo del rosario o vela de una imagen.
Desde 2023
La prohibición de la dictadura, de que la iglesia no realice procesiones en las calles del país, viene desde la Semana Santa del pasado año 2023, cuando los sacerdotes fueron obligados a realizar los viacrucis y demás actividades religiosas de la Semana Santa dentro de las iglesias, debido a una orden de la pareja de dictadores Ortega y Murillo.