«Sean sacerdotes, sean pastores, sean empresarios, sean lo que sean, si son malos hijos de la patria tienen que pagar», aseguró el Inspector General de la Policía Nacional, comisionado general Jaime Antonio Vanegas Vega, durante el acto de celebración del ¨Día Nacional de la Paz¨ realizado en el Complejo Policial Faustino Ruiz.
Esta celebración ha sido instaurada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para tratar de opacar la conmemoración de la rebelión de abril del 2018, cuando miles de nicaragüenses se lanzaron a las calles a protestar y demandar justicia y democracia, pero fueron brutalmente reprimidos por la Policía y paramilitares del gobernante Frente Sandinista.
El oficialismo ha hecho todo tipo de actividades, caravanas vehiculares y hasta ha liberado a 1,500 presos comunes, en sus intentos de adueñarse de esta fecha tan especial para los nicaragüenses, en especial para las familias de las víctimas.
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Amenazas a opositores
Una de las instituciones estatales que más visibilidad ha tenido es precisamente la Policía Nacional, y cuando sus mandos hablan dejan claro su odio en contra de los nicaragüenses opositores, a quienes llaman abiertamente «enemigos».
¨El año pasado para esta fecha fue declarado por la Asamblea Nacional el 19 de abril como el día de la Paz y es un día de alegría para nosotros y este mes también fue declarado el mes de la paz, pero por qué, porque nosotros no podemos permitir que vuelva la destrucción, no podemos permitir que nuestros enemigos triunfen, no podemos permitir que se destruya lo que, con tantos esfuerzos, nuestros héroes, nuestras heroínas, han construido», sostuvo.
El mismo discurso de Murillo
El discurso del Inspector General de la Institución Policial fue eco de la segunda al mando de la dictadura, Rosario Murillo, quien el miércoles acusó a Estados Unidos, la iglesia católica y empresarios de desatar la crisis sociopolítica, que aún se mantiene en Nicaragua.
«A cada uno de estos compañeros y compañeras les fueron truncados sus sueños y anhelos por estos golpistas mercenarios, asesinos, que fueron utilizados por el imperialismo norteamericano y otros gobiernos, a todos ellos les decimos aquí estamos construyendo la paz, pero no olvidamos y nuestro principio es no repetición y no vamos a permitir que se cierna sobre nuestra población, el destrozo o la zozobra o la criminalidad que estos golpistas ejercieron contra el pueblo nicaragüense», afirmó Vanegas.
Silencio dentro de Nicaragua
En Nicaragua, prevalece un ambiente de intimidación y silencio que imponen los Ortega Murillo, por eso no se realiza ninguna conmemoración cívica, y se previene encarcelamiento, confiscación, exilio forzado y desnacionalización.
Las expresiones de repudio a la dictadura y de recuerdo de las víctimas del 2018 se han limitado a los grupos opositores exiliados y a publicaciones en redes sociales.