El Presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva reveló este lunes 22 de julio en una conferencia de prensa que el dictador nicaragüense Daniel Ortega no le contesta el teléfono desde hace un año, cuando el Papa Francisco le pidió interceder ante el caudillo sandinista para lograr la liberación del Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, quien era entonces un preso político del régimen y que fue detenido por denunciar las injusticias y violaciones a los derechos humanos de la familia en el poder a través de sus homilías y de diferentes medios de comunicación católicos que administraba y que fueron cerrados y confiscados.
«Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él», confesó Lula.
Lula también dijo sentirse confundido porque ahora, con todo lo que ha hecho Ortega, dice no estar claro si con el derrocamiento de la dictadura somocista este buscaba realmente mejorar la vida de los nicaragüenses o solamente quería instalarse en el poder. Lula además, insistió en expresar lo que también había manifestado en 2021, su firme creencia de que lo mejor para un país es que exista alternancia de poder, porque dice es lo más sano para una democracia.
«Cuando un dirigente se pone en la cabeza que él es imprescindible o insustituible, ahí es que comienza a nacer el espíritu del dictador», dijo Lula Da Silva hace tres años, razón por la que posiblemente Daniel Ortega le retiró su amistad.
Los líderes de la izquierda lo cuestionan
Lula no es la única figura importante de la izquierda latinoamericana que ha cuestionado las acciones del dictador de Nicaragua. En varias ocasiones Pepe Mujica, también ha recomendado a Ortega enrumbarse hacia la democracia.
Su más reciente crítica fue el 16 de febrero de 2023 cuando Mujica dijo que a Daniel Ortega «hace rato que se le fue la mano», en referencia a los medievales métodos de represión que aplica el caudillo sandinista, en esa ocasión desterrando a 222 opositores y desnacionalizando a otros 94.
Años antes, en julio de 2018, a solo unos meses de iniciadas las protestas en Nicaragua Mujica dijo: «Me siento mal, porque conozco gente tan vieja como yo, porque recuerdo nombres y compañeros que dejaron la vida en Nicaragua peleando por un sueño», y agregó, «siento que algo que fue un sueño se desvía, cae en la autocracia, y entiendo que quienes ayer fueron revolucionarios perdieron el sentido, y en la vida hay momentos en que hay que decir: me voy».