Los diputados sandinistas Wilfredo Navarro y Filiberto Rodríguez fueron designados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, para hacer la entrega al Vaticano de los 16 religiosos, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, quienes fueron desterrados a Roma el pasado 13 de enero de 2024.
Según una fuente religiosa que pidió el anonimato, le explicó al periodista Emiliano Chamorro que en el interior del avión también estaba a bordo Filiberto Rodríguez.
Navarro y Rodríguez sonreían en tono burlesco con cada sacerdote que abordaba el avión, de acuerdo con la narración que expone la fuente consultada.
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“Fue un momento tenso porque al ver a dos diputados sandinistas en el avión y que siempre mantuvieron una posición de enemigos de la iglesia verlos allí a bordo fue bien complejo”, le expresó la fuente a Chamorro.
La fuente explicó que Navarro se limitaba a su función protocolaria y se mantenía distante y evitaba comunicación con los religiosos.
“El régimen nos trató muy mal en la cárcel, y esa tensión la sentimos hasta abordo del avión porque fue un ambiente de tensión; el viaje del avión fue como ir en una cárcel aérea”, aseguró la fuente religiosa.
Navarro se había burlado de los presos políticos
Navarro, quien antes fue liberal y lanzaba furibundos ataques a Daniel Ortega y al partido sandinista, se burló de los presos políticos y fue uno de los primeros funcionarios en decir que monseñor Álvarez tenía que ser “procesado” por la dictadura.
Cuando el régimen presentó ante sus medios estatales a algunos reos políticos, Navarro comentó sarcásticamente que había visto unas “caricaturas” de ellos en las redes sociales, pero en las audiencias vio otra cosa: “Los miro bien bañaditos, perfumados, bien rasurados, el bigotito bien hecho y todo, gordos. ¿Ideay? Están mejor que si estuvieran afuera (libres), porque afuera andaban de viaje con un aspecto que daba lástima”.
Por otro lado, Navarro también sugirió la detención de monseñor Álvarez por supuesto “instigador y atizador” de odio y violencia.
“Este señor Álvarez debe quedar claro que él no está por encima de la ley y con sus actitudes ha hecho que se le pierda el respeto y se le trate como a un político cualquiera”, dijo Navarro en agosto de 2022, cuando el sacerdote se encontraba en su casa pastoral en Matagalpa.
“Mi condena contra este político, que lo que quiere es revivir los escenarios del 2018. Gracias a Dios, el pueblo de Nicaragua no lo va a permitir”, añadió Navarro, y prosiguió amenazando: “Este hombre no está por encima de la ley, su sotana no le da impunidad y además no tiene ninguna moral ni autoridad para reclamar, porque él y otros curas son responsables de delitos”.