José Mujica, expresidente uruguayo y principal referente de la izquierda latinoamericana, afirmó que las dictaduras de Nicaragua y Venezuela “son indefendibles” y “juegan a la democracia”.
Las reacciones de Mujica en relación a la situación política de Nicaragua y Venezuela, surgieron como parte de una entrevista que brindó a los periodistas Ramiro Pisabarro y Tomer Urwicz del medio uruguayo El Observador.
«Por un lado juegan a la democracia y no tienen el coraje de decir: Estamos por la dictadura del proletariado. Al fin y al cabo eso es lo que decidieron los cubanos, será una cagada, pero es una decisión política que tomaron hace un montón de años. Estos juegan a la democracia, pero cuando no les da resultado… nah, es una joda”, afirmó Mujica.
La respuesta de Mujica fue en relación a la siguiente pregunta: «El MLN puso en un aprieto al Frente Amplio con una declaración sobre las elecciones de Venezuela de las que usted se desmarcó. No queda claro, ¿qué es hoy el MLN?
«Qué sé yo. No tengo ni idea de qué es. Me sobra con el MPP y mis huesos que apenas los muevo. No tengo idea… Debe haber mucha nostalgia», respondió Mujica y posteriormente se refirió a la situación de Nicaragua y Venezuela, bajo la dictadura de Daniel Ortega y Nicolás Maduro.
Exmandatario delicado de salud
El expresidente uruguayo de 89 años de edad, se encuentra en estado convaleciente tras su última hospitalización por problemas de salud derivados de un cáncer de esófago.
Desde hace un mes se alimenta a través de una sonda gástrica, tras la formación de una fibrosis en el esófago como consecuencia de las 32 sesiones de radioterapia que recibió para tratar el tumor. No obstante, mantiene lucidez para hablar de la política latinoamericana.
Mujica ha sido descrito como «el jefe de Estado más humilde del mundo» debido a su estilo de vida austero y su donación de alrededor del 90% de su salario mensual de doce mil dólares a organizaciones benéficas que benefician a los pobres y a los pequeños empresarios.
Esto es completamente contrario al estilo de vida del dictador Daniel Ortega, quien ha distribuido parte de la riqueza de Nicaragua entre él y su familia.