El dictador Daniel Ortega envió un decreto presidencial en el que nombra como asesora presidencial para las políticas y relaciones internacionales a la embajadora de Nicaragua en Rusia, Alba Azucena Torres Mejía, y al mismo tiempo la nombró embajadora en nueve países de regiones separatistas georgianas.
En la edición de hoy en La Gaceta, diario oficial de Nicaragua, se lee que Torres Mejía, le asignaron las embajadas: Rusia (de la que ya era embajadora desde 2018), Abjasia, Osetia del Sur, Kazajstán, Kirguistán, Armenia, Mongolia, Azerbaiyán, todos de la antigua Unión Soviética.
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Torres Mejía fue nombrada en diciembre de 2018 como nueva embajadora de Nicaragua ante la Federación de Rusia, la sede diplomática más importante para ella.
Desde ahí se le ha visto participando en eventos oficiales junto a delegaciones nicaragüenses que son enviados por el régimen sandinista. También ha aparecido junto al dictador ruso Vladimir Putin y el canciller Serguéi Lavrov.
Un poco sobre la embajadora
Antes, la diplomática nicaragüense fue embajadora de Nicaragua ante Mongolia.
La plenipotenciaria es poeta y escritora. Nació en 1958 en Tecolostote, Boaco. Estudió secundaria en el Instituto Nacional de Juigalpa Josefa Toledo de Aguirre, donde según los medios oficialistas, se destacó en concursos literarios estudiantiles.
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El dictador Ortega es aliado de Putin, y en medio de la la guerra en Ucrania, ha expresado su apoyo al nuevo orden mundial promovida por China y los rusos.
Recientemente, Ortega quiso incluir a Nicaragua a los BRICS, cuyas siglas parten por ser intrigada por las cinco economías emergentes más importantes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A pesar la insistencia del régimen sandinistas, fue rechazada esta petición y es considerada como una “bofetada” y “fracaso” por sus errores en la diplomacia sandinista.