La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó este jueves 23 de enero de 2025 al Estado de Nicaragua por violar los derechos políticos y la protección judicial de Fabio Gadea Mantilla, excandidato presidencial en las elecciones de 2011.
En su fallo, la Corte concluyó que el proceso electoral de ese año careció de integridad y estuvo marcado por la actuación «abusiva del aparato estatal» para garantizar la reelección del dictador Daniel Ortega.
Nancy Hernández, presidenta de la CorteIDH, señaló que la falta de integridad en las elecciones de 2011 favoreció la reelección de Ortega, y destacó que tanto la Corte Suprema de Justicia como el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua demostraron parcialidad, al no garantizar un recurso judicial efectivo para revisar las irregularidades que se presentaron durante el proceso.
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La sentencia pone de manifiesto cómo la Corte Suprema, en particular las salas Constitucional y Plena, dieron una apariencia de legalidad a la reelección de Ortega, al no cumplir una norma constitucional que expresamente prohibía la reelección presidencial.
En su resolución, la CorteIDH consideró que el Estado de Nicaragua es responsable por la violación de los derechos establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Cuatro años después de la demanda
El caso fue llevado ante la Corte Interamericana por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2021, tras las denuncias de Gadea Mantilla sobre las irregularidades en las elecciones, especialmente la ilegalidad de la reelección de Ortega.
A pesar de que Gadea presentó un recurso ante el Consejo Supremo Electoral, su impugnación fue rechazada, y debido a las restricciones constitucionales, no pudo obtener una revisión judicial de la decisión.
El fallo resalta el contexto de concentración de poder en Nicaragua y la modificación de la Constitución en 2009, cuando Ortega logró que la Sala Constitucional de la Corte Suprema autorizara su reelección indefinida, abriendo la puerta para su permanencia en el poder en cada elección subsiguiente.
Este contexto fue señalado como un factor clave en las violaciones de derechos sufridas por Gadea, quien no pudo participar en igualdad de condiciones.
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Además, la CIDH destacó la falta de neutralidad y transparencia en el proceso electoral de 2011, según informes de observadores internacionales como la Unión Europea, que calificaron el proceso como estructuralmente defectuoso.
La CorteIDH ordenó al Estado nicaragüense adoptar medidas para evitar la repetición de estos hechos y garantizar el derecho de los ciudadanos a participar en elecciones libres y justas, en un contexto en el que el régimen ha intensificado la represión y control de todas las instituciones públicas a través de una serie de reformas a la Constitución Política de Nicaragua.