El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mostró este martes una postura de doble cara frente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Mientras celebra un informe que posiciona a Nicaragua en el primer lugar del ranking mundial de mujeres en política, continúa retirándose de diversas agencias del sistema de Naciones Unidas.

El informe, elaborado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, sitúa a Nicaragua en el primer puesto del listado “Mujeres en la Política 2025”, por encima de países como Finlandia, Islandia, Liechtenstein y Estonia. 

Ortega y Murillo sacan a Nicaragua de más organismos de la ONU

Este estudio destaca la participación femenina en cargos ejecutivos y parlamentarios nacionales al 1 de enero de 2025. Murillo se posicionó como copresidenta sin la aprobación de los nicaragüenses este año, luego que se aprobaron las reformas constitucionales en la que crearon esta figura.

La dictadura no tardó en aprovechar la noticia: emitió una nota de prensa celebrando los resultados del informe, presentándolos como un logro de su administración.

La doble cara de de la dictadura

Esta celebración contrasta con la decisión del régimen de abandonar múltiples organismos de la ONU, luego de que el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua publicara un informe señalando la participación directa del Ejército y la Policía en actos represivos en 2018.

En reacción a este informe, Murillo calificó las acusaciones como una “política colonialista” y expresó su rechazo hacia las agencias internacionales. “Repudiemos todos los insultos, todas las ofensas, todas las falsificaciones, todas las agresiones, todo lo que constituye la política colonialista que rige acciones de organismos que deberían servir al bien de todos”, declaró.

Rosario Murillo anuncia el retiro de Nicaragua del Consejo de DDHH de la ONU

El régimen ha iniciado su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). 

Estas salidas reflejan un preocupante proceso de aislamiento internacional por parte del gobierno nicaragüense.