El dictador de Nicaragua Daniel Ortega repitió este sábado buena parte del discurso que ofreció el pasado 30 de abril en el que reveló una reunión secreta que supuestamente le habría solicitado la Conferencia Episcopal justo al calor de la crisis de abril de 2018.
Sin embargo, esta vez Ortega reveló un nuevo dato. Uno que involucra la participación directa de Estados Unidos en una supuesta solicitud de dimisión y una oferta de asilo que el dictador fingió aceptar para tener tiempo de montar la Operación Limpieza.
Según Ortega la reunión se convocó unos días después del primer diálogo nacional que fue televisado y tuvo lugar en la Casa de los Pueblos, justo en el centro de la vieja Managua.
«Y nos leyeron ahí una carta que me la enviaban como presidente de la república donde nos ponían un ultimátum, ni siquiera era: señor presidente nos gustaría que considerara esto, lo otro, no,. Nos daban un ultimátum de cuatro días para que ordenara que se desmontara el Consejo Supremo Electoral, para que se desmontara la Asamblea Nacional, para que se desmontara el Poder Judicial, para que se desmontara el Ejército y la Policía y para que nosotros nos fuéramos del país», indicó Ortega.
«Yo escuchaba los puntos y decía: estos señores están totalmente mal de la cabeza, ellos creían que íbamos a hacer todo lo que decían en la carta», aseguró, y dijo que en ese momento comentó discretamente con Rosario Murillo que estaban siendo víctimas de un golpe de Estado.
«Me quedé como que estábamos recibiendo la carta, que la íbamos a examinar, esto y el otro», contó el dictador en medio de aplausos de sus aduladores.
EEUU y la oferta de asilo
Ortega dijo: «no estábamos preparados para enfrentar este tipo de conspiraciones», en alusión a las marchas masivas y el enorme descontento social que se generó ese año.
«Y llegaron delegados del gobierno de Estados Unidos, yo los recibía y empezaban ellos: que lo mejor es que usted se retire, y yo le escuchaba al gringo hablando en inglés con su traductor, que él venía en un buen tono, respetuoso, que esto y el otro, pero que consideraban que lo mejor era que ya nos retiráramos del gobierno y que hasta ellos nos podían dar abrigo allá en Estados Unidos y ponernos el avión», dijo el dictador y luego soltó una risa.
Luego Ortega reveló que engañó a los obispos y a los delegados estadounidenses para tener tiempo de montar la Operación Limpieza. El ataque policial y paramilitar conjunto más letal de esa época.
Cuando Ortega era opositor y exigía que lo escucharan o asumieran consecuencias
«Yo los escuchaba nada más y les asentía así con la cabeza, y después salieron diciendo ellos que ya les había aceptado todo, eso salieron a comentar, y el de la OEA y el otro, era un desfile de toda la mafia internacional y para no pelear los escuchaba nada más y ellos se fueron seguros de que ya estaba aceptado todo y ellos comentaban que ya nos íbamos de viaje y los que iban de viaje eran ellos, porque ya estábamos organizando el despeje de los tranques, y el despeje de los tranques no duró mayor cosa, fue un relampagazo, fue una cuestión de horas», contó.
Reconoció que la Policías y combatiente históricos, es decir, los paramilitares, fueron los asignados a esas odiosas tareas.
«Luego lo que hicimos fue montar a 222 de los mayores conspiradores que decían que ya íbamos en el avión para allá, los mandamos para allá a los conspiradores», dijo entre risas, el dictador sandinista.
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