El diputado sandinista Wilfredo Navarro, parece haber sobrevivido, por ahora, a la ira de Rosario Murillo, luego de que se filtraran audios de él en la Asamblea Nacional calificando como «salvaje» a la dictadura por las acciones represivas de Ortega y la nueva reforma inconstitucional que disfrazan como una lucha anti corrupción, pero que no es más que una herramienta de persecusión interna contra potenciales conspiradores dentro del sandinismo.
Navarro apareció hoy en el programa «Detalles del momento», del también diputado sandinista Moisés Absalón Pastora, para hablar del conflicto entre Israel y Palestina. En ningún momento ninguno de los dos serviciales funcionarios de Murillo hicieron referencia a los audios, aunque Wilfredo Navarro, quien en sus entrevistas suele hacer bromas despectivas y lanzar carcajadas de burla contra los opositores, esta vez estuvo más serio y con un semblante decaído.
En su cuenta de X, donde el camaleónico político suele ser muy activo, tampoco se ha referido al tema, ni para desmentirlo, ni para aclararlo.
La revelación de Navarro
Mientras se realizaba una sesión en la Asamblea Nacional el 5 de agosto pasado, el equipo técnico a cargo de hacer las transmisiones en vivo en la Asamblea Nacional mantuvo encendido su micrófono y se alcanzó a escuchar una conversación que este sostenía con otros de sus cómplices en el parlamento.
«Si estaría en la oposición estaría volando verga, estaría preso si, este es salvaje», dijo Navarro en clara alusión a Daniel Ortega y sus métodos represivos. En otra parte del audio se alcanza a escuchar cuando Navarro dice que estaría preso, a como estuvo «el pobre gordo, el pobre Arnoldo».
En la actual dictadura, caracterizada por su crueldad e intolerancia a la critica, las palabras de Navarro representan un duro final, sin embargo, hasta hoy, parece haber sorteado bastante bien el exabrupto, lo cual indicaría que Murillo le podría tener bastante aprecio, ya que no suele ser compasiva.
La dictadora aplastó hasta a su propia familia. Confiscó a su padre Téodulo Murillo en los años 80 y forzó a su hija Zoilamérica al exilio luego de que esta acusara a Daniel Ortega de haberla abussado sexualmente por casi dos décadas desde que ella tenía 9 años.
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