Lesther Alemán está cumpliendo este viernes 24 años de edad y lo hace como un preso político, encerrado en una solitaria celda en el nuevo Chipote y en muy mal estado de salud.
Su nombre ha quedado plasmado en la historia reciente de Nicaragua por ser el joven que con apenas 21 años el 16 de mayo del 2018 confrontó frente a frente a Daniel Ortega y a Rosario Murillo en el inicio del fracasado diálogo nacional.
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Fue algo que impactó a los nicaragüenses. Un joven que era apenas un niño cuando Ortega retomó el poder, le hablaba como ni siquiera exguerrilleros y mucho menos los políticos lo había hecho: “Esta no es una mesa de diálogo. Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado».
Esas palabras resonaron en toda Nicaragua y aún más en el Frente Sandinista que veía la escena y no creía lo que estaba pasando. Eran momentos en que la gente protestaba en las calles y los policías coordinados con paramilitares sandinistas reprimían todo aquello que oliera a oposición. El odio hacia Alemán es aún evidente en la militancia sandinista.
En las palabras de Alemán no se sintió ni titubeo y mucho menos miedo, pese a que Ortega y Murillo llegaron ese 16 de mayo al Seminario de Fátima, lugar de la mesa de diálogo, en vehículos Mercedes Benz blindados y custodiados por al menos 200 hombres armados con fusiles AK.
La zona por donde se desplazó Ortega ese día incluso fue sobrevolada por dos helicópteros artillados. ¡Todo un señor de la guerra!
Ante la violenta represión del 2018, tuvo que huir al exilio, pero a finales del 2019 regresó.
El día de su aprehensión
El 5 de julio del 2021 en medio de una ola de arrestos de opositores, agentes de Daniel Ortega lo apresaron junto a Max Jerez, otro de los dirigentes de la oposición.
Al momento de ser sacado de la casa en la que estaba, Alemán fue golpeado por los policías que envió el régimen de Ortega para arrestarlo.
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En septiembre pasado sonó la voz de alarmas sobre su estado de salud, cuando la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), informó que «la condición de Lesther Alemán es grave y preocupante como resultado de intensos interrogatorios, torturas psicológicas y la casi inexistente comunicación con sus familiares y abogados».
Según la información divulgada, Alemán apenas podía ponerse en pie.
Antes de ser arrestado, Alemán grabó un video en el que insistía que no es “traidor a la patria” y que nunca ha hecho “nada en contra de los nicaragüenses”. “Tampoco soy culpable de un delito que se me impute, no he recurrido a ninguna estrategia de violencia; tampoco he actuado fuera del marco legal, por ello estoy limpio, me tendrían de adorno en el escenario de la cárcel», manifestó.
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