En un seudopoema divulgado profusamente este martes por los medios de propaganda oficialistas, Juan Carlos Ortega Murillo, uno de los hijos del dictador Daniel Ortega, se puso a «filosofar» sobre el cristianismo, en momentos en que el régimen, del cual él es parte, mantiene una campaña de persecución contra la Iglesia Católica de Nicaragua, amenazando y encarcelando a varios sacerdotes, incluyendo al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.
“El Cristianismo, como expresión religiosa y fuerza con incidencia política en el mundo tiene el deber de seguir el mandato de Jesús;”, dijo Juan Carlos Ortega, quien al igual que sus padres y varios de sus hermanos, en no una ocasión ha arremedido contra líderes católicos que condenan los abusos a los derechos humanos cometidos por el régimen sandinista.
Sin ser claro e ignorando adrede el poder y los vicios que se le achacan a la familia Ortega-Murillo, Juan Carlos indicó que “son los intereses, vicios y virtudes de cada ser humano» y de «cada individuo que ostenta algún cargo de autoridad dentro de su estructura, los que definen el papel que este jugará en el curso de historia que le toca transitar”.
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Un «poema» a su padre
No es la primera vez que e Juan Carlos Ortega «debuta» como «poeta» en medios de comunicación oficialistas. En julio pasado escribió un poema a su padre titulado «Daniel furia y poder».
«Y cuando Daniel no esté, su fuerza vital, de pueblo, visión de futuro soñado y eterno. Lo vamos (a) encarnar todos”, manifestó, como previendo la muerte de su padre.
Dice que sacerdotes son viciosos y avariciosos
En mayo pasado cuando ya se vislumbraba el incremento de la persecución contra los sacerdotes de la Iglesia Católica, lanzó en su cuenta de Twitter un nuevo ataque hacia estos. “Bajo cada sotana hay un hombre común, lleno de vicios, avaricia y pensamientos impíos”, manifestó en esa ocasión.
Bajo cada sotana hay un hombre común, lleno de vicios, avaricia y pensamientos impíos.
— Juan Carlos Ortega M (@JC_OrtMu) May 22, 2022
Daniel Ortega ostenta del poder de manera ininterrumpida desde el 2007 junto a su mujer Rosario Murillo. Tras las protestas antigubernamentales del 2018, brutalmente reprimidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los responsabilizó de crímenes de lesa humanidad.
Daniel Ortega y Rosario Murillo han tachado a los sacerdotes de «hijos del demonio» y los acusan de estar supuestamente detrás de un intento de golpe de Estado.
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