En la madrugada del 11 de noviembre de 2025, un fuego localizado afectó una cabaña en el complejo hotelero Barceló Montelimar, situado en la costa pacífica de Nicaragua, cerca de Managua. El incidente fue sofocado rápidamente por el equipo de seguridad del establecimiento y los bomberos locales, sin registrar heridos ni impactos mayores en la estructura general. Los daños se limitaron exclusivamente a esa unidad, de las 293 habitaciones disponibles en el resort según un comunicado de la cadena.
Las operaciones diarias continúan sin interrupciones de acuerdo al mensaje difundido en redes sociales por el grupo español. Los huéspedes disfrutan de hospedaje completo, gastronomía, piscinas, programas de ocio y el acceso directo a la playa de arena blanca de Montelimar, un tramo de 3 km conocido por su tranquilidad. La gerencia del hotel enfatizó su prioridad en la protección de visitantes y personal, invitando a «mantener la confianza» en sus protocolos de emergencia.
Abierto a mediados de los 90
Inaugurado en 1995 durante la administración de Violeta Barrios, el Barceló Montelimar surgió como parte de un ambicioso plan para impulsar el turismo en expropiaciones de tierras, originalmente pertenecientes a inmigrantes alemanes y confiscadas en la era Somoza.
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En la década de 1990, pasó a manos del grupo hotelero español Barceló, fundado en 1931 en Mallorca, que invirtió en su modernización y expansión, convirtiéndolo en un referente de turismo inclusivo en Centroamérica. Esta inversión española ha enfrentado tensiones pasadas con el Estado nicaragüense, resueltas mediante arbitraje internacional en 2008. Hoy, el hotel opera bajo estándares globales, atrayendo a turistas anuales pese a desafíos sociopolíticos en el país.
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