Precios de los productos se disparan, cierran empresas y la gente busca actividades informales para sobrevivir
A los blufileños la crisis les ha golpeado tanto como a los pobladores de otros departamentos del país, pero muy poco se informa sobre el tema. El cierre de negocios, encarecimiento de los productos básicos y despido de personal han deteriorado aún más la economía local, ya frágil por el histórico abandono de los diferentes gobiernos.
Yesibette Dávila, es una pequeña empresaria de esa ciudad que ha tenido que reducir al máximo sus costos de operación para seguir a flote. Despidió a uno de sus trabajadores y modificó el contrato de otro, también renegoció la cuota de arrendamiento donde opera.
Su negocio de arte, tenía como principales clientes a los turistas que llegaban a la ciudad, pero el turismo ha caído considerablemente.
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La venta en los comercios tradicionales se ha visto “muy baja”, explica Dávila, quien también resiente que la crisis se haya trasladado a su hogar.
-“Hay algunas cosas que se mantienen de producción local, los mariscos o tubérculos, por ejemplo, pero los productos de abarrotes en general han subido y todo el mundo lo ha sentido”, se queja.
Desempleo agobiante
En Bluefields la mayoría de las empresas que generan empleos son locales, sin embargo, hay algunas, principalmente restaurantes o casas comerciales que se instalaron en la ciudad y han funcionado por décadas, hasta que estalló la crisis de 2018, cuando muchas empezaron a cerrar.
Es lo que sucedió por ejemplo, con Almacenes Tropigas y Sucursal de Casa Pellas.
Otra de las empresas que cerraron y generaron un fuerte impacto con su salida, fue un acopio de mariscos en el puerto del Bluff, uno de los más importantes en Bluefields.
El cierre de esa empresa dejó sin empleo a unas 66 familias, informó Francis Watts, Jefa de flotilla, a medios locales al anunciar la decisión y expresó que la razón del cierre es el alto precio de los combustibles que ha mermado las ganancias de la empresa al punto de la insostenibilidad, así como las bajas ventas.
George Henríquez, miembro del Consejo Político de la Unidad Azul y Blanco en Bluefields y activista de derechos humanos, explica que las reformas tributarias impulsadas a inicios de año promovieron en parte el aumento de precios, y además en Bluefields no hay «grandes empresas transnacionales» y el gobierno local, una de las principales fuentes de empleo en la zona ha congelado las plazas, por lo que muchas personas han optado por el comercio informal.
Yessibett Dávila, piensa lo mismo. En los últimos meses muchos negocios improvisados se han instalado en la ciudad como un claro reflejo de la necesidad de subsistencia de la población caribeña.
-“Hay quienes pusieron comiderias pequeñas, hay quienes hacen bolsos, más que todo se ven en el área de comidas”, nos dice Dávila.
La carretera no bajó los precios
En el 2019 se hizo realidad un sueño para los blufileños: la culminación de una carretera que prometía, además de acortar las distancias entre el pacífico y el caribe, disminuir considerablemente los precios de los alimentos que históricamente han sido caros, debido a los altos costos que antes implicaba transportar los productos por las difíciles rutas de acceso a la zona.
La carretera costó 115 millones de dólares y tiene 72.8 kilómetros, siendo ahora la vía de principal acceso. Anteriormente la única ruta era acuática, pues había que trasladar los productos desde Managua u otros puntos de origen hasta El Rama, donde se enviaban en barco hasta Bluefields. La nueva ruta no ha reducido los precios, y por el contrario los ha encarecido.
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El problema está en los intermediarios, asegura el periodista caribeño Sergio de León. «los intermediaron llegan a las comunidades rurales a comprar a los campesinos el queso a 10 córdobas la libra y aquí vienen a revenderla a 50 córdobas», explica.
El comunicador considera que los precios no bajaron con la carretera porque los intermediarios quieren seguir teniendo ganancias exageradas, a pesar que sus costos de transporte disminuyeron.
Sin embargo Elmer Jackson, miembro de la Cámara de Comercio de Bluefields, expresó que todo se debe a que los transportistas aumentaron un 20% más sus precios sin justificación y además de eso, los comerciantes deben pagar una tarifa adicional para ir a buscar sus productos ya que no se permite la entrada de camiones a la terminal, por lo que deben contratar a empresas que operan dentro con precios elevados.
Otro efecto que según Jackson generó la crisis es que están llegando más comerciantes ilegales que venden mediante perifoneo en las calles a precios más baratos que los comerciantes locales, lo que ha provocado el cierre de pulperías y el desabastecimiento de otras.
-“Yo visito muchas veces por semanas las pulperías y la gente se queja de que se vende menos y se consume menos y hay productos que han salido de la lista de insumos de los blufileños como los embutidos o yogurt, por ejemplo”, se queja Jackson quien también es distribuidor de productos en la ciudad.
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