En medio del calor de las protestas de abril del 2018 se formó la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). Uno de los rostros más visible de este movimiento es el líder estudiantil Lesther Alemán, quien fue condenado a 13 años de cárcel por los supuestos delitos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional». Su pena la enfrenta al igual que el resto de presos políticos en las celdas de Auxilio Judicial conocidas como el nuevo “Chipote”.
Alemán es un joven de 24 años egresado de la carrera de comunicación social de la Universidad Centroamericana (UCA), su figura tomó notoriedad al encarar públicamente a Daniel Ortega exigiendo su renuncia en la mesa de diálogo nacional que se entabló en mayor del 2018 que contó con la participación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y una amplia participación de todos los sectores del país.
Su madre Lesbia Alfaro al igual que el resto de familiares de presos políticos que se mantienen en el país decidió guardar silencio, ante la amenaza latente de ir a parar a la cárcel por la brutal represión que desató el régimen de Ortega-Murillo en su estrategia de sofocar cualquier intento de crítica.
Padre de Max Jerez acusado por violencia en los juzgados de Managua
Max Jerez es el segundo líder de la Alianza Universitaria Nicaragüense, quien también fue condenado a 13 años de cárcel por la juez Nadia Tardencilla, bajo el mismo supuesto delito de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”, bajo la Ley 1055, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía Autodeterminación para la Paz, marco jurídico que cuenta de un solo artículo que utiliza el régimen para tildar a sus opositores de “traidores a la patria”.
Policía desmantela banda cuyo jefe es hijo de una excomisionada
Miembros exiliados y algunos arrestados
Cinthya Benavidez es otra de los jóvenes integrantes de la Alianza Universitaria Nicaragüense que se vio obligada a abandonar el país, ante los constantes asedios y amenazas de ir a parar a la cárcel, por criticar abiertamente al régimen de Ortega y Murillo y demandar la libertad de los presos políticos.
“Las migraciones por años han existido y no necesariamente son negativas, un exilio forzado sí lo que me impulsó a salir del país es sobre todo poder salvaguardar mi vida y que no existen libertades en Nicaragua, a pesar del desánimo y el desaliento que nos embarga, porque tenemos amigos que están encarcelados, sobrevivir es resistir, aún hay esperanza”, resaltó en sus redes sociales Benavidez.
Bridy Martínez, también decidió emigrar ante la falta de empleo y la crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua, desde abril del 2018.
“La crisis la provocó una dictadura que se aferra al poder, al mismo tiempo agradezco a los Estados Unidos por gozar de su libertad y de la protección de los derechos humanos, cada vez son más los jóvenes que abandonan el país”, relató Martínez.
En total esta organización contabiliza 34 de sus miembros que se han visto obligados a abandonar el país para mantener su integridad física.
El pasado 2 de noviembre fueron retenidos por miembros del Ejército de Nicaragua Mildred Rayo y Miguel Flores en la cercanía del río Sapoa en Cárdenas, municipio del departamento de Rivas.
En una nota de prensa los miembros de la Alianza Universitaria detallaron que fueron detenidos por los uniformados, para una requisa y luego trasladados a Managua a un cuartel militar, para luego ser entregados a los miembros de la policía al servicio del régimen.
Los miembros de AUN jugaron un papel activo en las protestas cívicas de abril del 2018, demandando libertad y democracia al régimen de Ortega y Murillo quien permanece atornillado a la silla del poder a través de farsas electorales, cometidos por magistrados del Poder Electoral que obedecen los lineamientos de la pareja gobernante.
You must be logged in to post a comment Login