Cada mañana, el bullicio en la terminal del mercado municipal Ernesto Fernández de Masaya, es abrumador. El ronco sonido de los autobuses se mezcla con la música que sale de los parlantes de los negocios, mientras la gente camina apresurada como en una “aldea de hormigas”. Gobierna el desorden y también la suciedad.
Uno de los sitios más movidos, es la calle ubicada entre la entrada de las dos agujas de la terminal. Los dueños de tramos se quejan de que algunas personas llamadas popularmente como “revendonas” ocupan casi toda la cuadra, atorando más el paso de la gente, y dejando poco espacio para sus negocios. Algunas son comerciantes que tienen tramos dentro del mercado y otras, comerciantes de temporada.
“Este problema tiene años y los funcionarios de la intendencia lo saben y no ordenan de una sola vez, solo hacen el simulacro de ordenar. Yo tengo un local donde se cuidan motocicletas y bicicletas, y esta gente no da lugar para que entren los motorizados y ahí pierdo, por el mismo desorden que permite la intendencia”, se queja una señora que prefirió omitir su nombre.
Basura por todos lados
Otro problema que afecta a los vecinos de esta cuadra es que después que las “revendones” se van, la vía queda bastante sucia y con desperdicios de todo tipo, y por más esfuerzo que hacen los barredores de la municipalidad, “todo queda cochino”. Le temen a alguna enfermedad, por lo que instan a las autoridades a poner “mano dura” en este asunto.
Otro sector perjudicado es el conocido como “Las huerteritas”, quienes acostumbran a ocupar ese lugar por poco tiempo durante las madrugadas y al salir el sol, abandonan la calle para dejar espacios a los vecinos que realizan otras ventas. Lo que ha pasado últimamente es que estos lugares, son ocupados por los “revendones”, quienes hacen todo el relajo, según los vecinos.
Jeny García, es una “huerterita”. Ella para poder conseguir un lugar en esta zona, tiene que llegar desde las seis de la tarde del día anterior y comenzar a vender hasta el amanecer del día siguiente, porque de lo contrario, las “revedonas” las deja sin lugar para su venta.
“Hay personas que tienen tramos dentro del mercado y se vienen a vender afuera también, y cuando nosotros venimos ya no encontramos espacios y si logramos venir nos tratan de agredir, y la Intendencia no hace nada, solo nos cobra cinco córdobas por canastos. Por favor, Las huerteritas pedimos un lugar digno para nosotras, pero sobre todo pedimos orden en esta calle”, externó la señora.
“Revendonas” se defienden
Por su parte, algunas “revendonas” niegan tener tramos dentro del mercado, y que dejan la calle sucia. Ellas también piden a la alcaldía de Masaya un lugar para vender y que se acabe de una vez por todas el caos en esa calle.
El mercado municipal de Masaya es uno de los más grandes de Nicaragua, donde el comercio no se detiene a ninguna hora, es un centro que no duerme porque a diario convergen miles personas entre vendedores y compradores.
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