Al igual que al resto de otros 93 ciudadanos nicaragüenses, a Roberto Bendaña lo despojaron de su nacionalidad y por ende de otros derechos. Fue una situación que le “tomó por sorpresa”, pues según él esas acciones “ya las habían tomado” después de haber sido condenado hace casi siete años.
Bendaña fue condenado desde el 2016 a 24 años de cárcel por los supuestos delitos de estafa agravada, ofrecimiento fraudulento de crédito y crimen organizado, en perjuicio de 16 personas naturales y jurídicas por un monto superior a los 5.5 millones de dólares.
En ese entonces, el ahora magistrado del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), Octavio Rothschuh Andino, quien ha sido uno de los verdugos de varios de los presos políticos, fue el encargado de llevar el caso de Álvaro Montealegre, Hugo Paguaga y Roberto Bendaña, a este último lo declararon “prófugo de la justicia”, sin embargo siempre insistió en su inocencia.
Proceso contra despojados de nacionalidad viola Código Procesal Penal y la Constitución
“Criminalidad del régimen” desde 2008
Bendaña afirma que estos nuevos atropellos no lo “van a callar”, ya que seguirá denunciando “las violaciones y los fraudes”.
“Para mí la criminalidad del régimen no es a partir del 2018 sino desde el 2008 con el primer fraude electoral y obviamente eso lo digo en la historia reciente, porque la criminalidad del régimen también la viví en los años ochenta, aunque era un joven adolescente, pero me acuerdo como también deportaron a mi padre en 1981, de la misma forma que lo hicieron con estas 222 personas”, expresó Bendaña a Nicaragua Investiga.
Referente a la expulsión de 222 excarcelados políticos y ahora al despojo de la nacionalidad y derechos derivados, así como la confiscación de bienes a otras 94 personas, incluido él, explica que “constituyen crímenes de lesa humanidad” y que con estas acciones, una vez más, el régimen demuestra que “invaden propiedades no solo de los nicaragüenses si no de organismos como la Organización de Estados Americanos”.
Acciones del régimen “son patadas de ahogado”
Lamenta que la dictadura de Ortega no solo les despoje de su nacionalidad si no también de los derechos de “poder gozar con nuestras familias, con nuestra tierra con nuestra gente, de nuestros bienes que no solo hemos trabajado nosotros sino también nuestros padres y nuestros abuelos, las herencias que tenemos no solo en propiedades si no en la cultura”.
Alega que todas estas acciones del régimen “son patadas de ahogado que han venido aumentando” y que los nicaragüenses deben mantenerse “unidos, fuertes, para vencer este régimen criminal e ilegítimo”.
“Aunque ellos se crean que tiene el poder de la Policía, del Ejército, realmente no tienen la autoridad moral del pueblo y esa es la que va a definir el futuro de Nicaragua y con la mano de Dios pronto seremos libres y vamos a poder reconstruir la nación que el pueblo realmente se merece”, concluye Bendaña.
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