Nicaragüenses exiliados en Costa Rica protestaron la mañana de este martes 28 de febrero en las afueras de las instalaciones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en la capital San José, demandando que ya no concedan préstamos a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los exiliados consideran que este dinero es destinado para oxigenar a las instituciones represoras cómplices del régimen.
Mientras los nicaragüenses protestaban y el excarcelado político Snayder Suazo se encadenó en el portón de la entrada principal del edificio, Dante Mossi, presidente del BCIE, sostenía una reunión con altos funcionarios de esta entidad.
Suazo comentó que esta es la tercera vez que solicitan a este banco que cese estos otorgamientos económicos a los gobernantes de Nicaragua. El joven señaló que en esta ocasión los funcionarios del BCIE estaban renuentes a recibir la solicitud que llevaban por escrito.
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El documento fue recibido hasta que llegó Víctor Fernández, responsable del Organismo de Investigación Judicial de San José, Costa Rica, quien fue el intermediario entre ambas partes.
La dictadura de Daniel Ortega dio a conocer el lunes 27 de febrero que el BCIE le otorgará un préstamo de 150,55 millones de dólares, un monto que supuestamente será utilizado para el saneamiento del lago de Managua en la ribera sur.
El exreo político considera que estos fondos el régimen de Ortega los usa más bien “para enriquecer su arca, eso es para seguir comprando armas, seguir manteniendo la represión, la logística todo eso tiene un costo”.
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Así mismo, el profesor exiliado Gabriel Putoy Cano, expresó que estos financiamientos “oxigenan a la dictadura, lo vuelve cómplice a Dante Mosii y todos los directores del BCIE al estar dando préstamos que no sirven y no van a la población nicaragüense”.
La carta que entregaron los nicaragüenses al BCIE la firmaron el Movimiento de Unidad, Grupo de Reflexión de Excarcelados políticos (GREX), la Unidad Democrática Renovadora (UNAMOS), la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) y otras organizaciones de la sociedad civil.
Estos grupos conformados por opositores a la dictadura Ortega-Murillo, están dispuestos a acudir a otras instancias, si el Banco Centroamericano de Integración Económica hace caso omiso a sus solicitudes.
Nicaragua Investiga
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